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Soy Rogelio Macías-Sánchez, de tantos años ya, que se me permite no decir cuántos. Soy mexicano y vivo en México país, médico cirujano de profesión, neurocirujano y neurólogo de especialidad. Ahora y por edad, soy neurólogo y neurocirujano en retiro. Soy maestro de mi especialidad en la Facultad de Medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y un entusiasta de la difusión de la ciencia a la comunidad. Pero eso no es toda mi vida. Soy un amante fervoroso de la música clásica, actividad que fomento desde mi infancia. La vivo intensamente y procuro compartirla. Soy diletante en vivo y mucho disfruto, de la música grabada, mejor cuando es en compañía de almas gemelas para esto. Finalmente, amo la vida y la disfruto. Parte de ello es comer bien y beber mejor, es decir, moderado pero excelente. De aquí mi afición a los vinos y las cavas. Los conozco, los disfruto y me entusiasma compartir lo que conozco y lo que me gusta. Esta página pretende abrir una comunicación sobre los vinos, la música clásica y la neurología para profanos. Si es socorrida, el mérito será de ustedes. Diciembre de 2022

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jueves, 25 de febrero de 2021

INTERMEZZO 12. DE LA VEGETALIA DE MI COLONIA 4.





En el Intermezzo 9, de fecha 14 de enero, publiqué esta fotografía con el texto:

Hojas que parecen flores al trasluz











                          Mes y medio después, 

                              Ahí están sus flores




















Estas son sus flores






















                            Estas son vecinas























Flores de un agave urbano






                       
                    



                      Centinelas alerta...



















...y buganvilia escondida.











               Preciosas omnipresentes,

















la rosa consentida y







                                                anochecer desde mi colonia.



lunes, 22 de febrero de 2021

DEL GÉNERO "MÚSICA DE CÁMARA"

De los cinco sentidos: El oído
Pedro Pablo Rubens y Jan Brueghel, El viejo, 1617

En entradas anteriores pero recientes de este blog, he dicho DEL GÉNERO “SINFONÍA” EN LA MÚSICA CLÁSICA y DEL GÉNERO “ÓPERA” EN LA ARTES. En esta ocasión digo DEL GÉNERO “MÚSICA DE CÁMARA”.


La música de cámara comparte con la sinfonía el ser un género clásico, vienés de origen y modo espléndido de comunicación de ideas y emociones. Data del 1800, más o menos, y su mayor desarrollo lo consiguieron los románticos.

Trío de piano:
Piano, violín y violonchelo
Es idea común que “música de cámara” es aquella que se interpreta por conjuntos pequeños, que caben en un recinto pequeño para ser escuchada por un público también pequeño: de uno a veinte músicos, es decir, desde un solista hasta una orquesta de cámara. Así entendida, casi toda la música hasta la época barroca fue de cámara, pues los conjuntos musicales disponibles eran pequeños y no se acostumbraban los teatros para música que no fuera ópera. Pero ahora no es estrictamente así.

Quinteto de alientos:
flauta, oboe, clarinete, fagot y corno francés.

Como la sinfonía, la música de cámara surgió cuando los músicos hicieron de su arte el modo de comunicar ideas y sentimientos y no sólo de diversión. Pero hubo muchos, y los sigue habiendo, que prefirieron los pequeños conjuntos para verter en ellos su intimidad. La condición fue que los diferentes instrumentos dialogaran entre sí en igualdad de jerarquía y que no sólo se acompañaran o formaran un coro. Goethe dijo: “Como una conversación entre personas inteligentes y educadas”. Esto no ocurre en el concierto de un solista, que más recuerda una brillante pieza de oratoria. Hay musicólogos que no incluyen en la música de cámara las obras para dos instrumentos, pues consideran que muchas de ellas son para un solista lucidor acompañado. Son conjuntos de cámara los tríos, cuartetos, quintetos, sextetos, septetos o septiminos, octetos y nonetos, de casi cualquier combinación instrumental. De más instrumentos no conozco y una orquesta de cámara no hace música de cámara en el sentido que venimos explicando; suelen ser pequeños coros de voces instrumentales diferentes pero afines. La música de cámara es obligadamente dialéctica en el sentido de la primera acepción de esta palabra: el arte de dialogar, argumentar y discutir. La música de cámara es dialéctica y de intimidad.

Cuarteto de cuerdas:
Violín I, violín II, viola y violonchelo.
La música de cámara también surgió con Franz Joseph Haydn (1732-1809), quien además tuvo la gracia de “inventar” el cuarteto de cuerdas (violín primero, violín segundo, viola y violonchelo) como el conjunto príncipe de la música de cámara, que cubre toda la gama tonal de la música y la emocional, además de sus casi infinitas posibilidades armónicas. El género lo desarrollaron enormemente los clásicos que compartieron con Haydn, Mozart y Beethoven, y los románticos lo llenaron de emoción infinita hasta convertirlo en el arte mayor de los hombres, aquel que los coloca más allá de los dioses.

Como buena nueva, rápido se dispersó por todo el mundo la música de cámara y hasta nuestros días. Y melómanos habemos quienes, cuando estamos en grave abstinencia de música, la que más extrañamos es la de cámara.

Septimino o septeto (Beethoven):
Violín, viola, violonchelo, contrabajo,
clarinete, fagot y corno francés.