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De los cinco sentidos: El oído Pedro Pablo Rubens y Jan Brueghel, El viejo, 1617 |
En entradas anteriores pero recientes de este
blog, he dicho DEL GÉNERO “SINFONÍA” EN LA MÚSICA CLÁSICA y DEL GÉNERO “ÓPERA”
EN LA ARTES. En esta ocasión digo DEL GÉNERO “MÚSICA DE CÁMARA”.
La música de cámara comparte con la sinfonía
el ser un género clásico, vienés de origen y modo espléndido de comunicación de
ideas y emociones. Data del 1800, más o menos, y su mayor desarrollo lo
consiguieron los románticos.
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Trío de piano: Piano, violín y violonchelo |
Es idea común que “música de cámara” es aquella que se
interpreta por conjuntos pequeños, que caben en un recinto pequeño para ser
escuchada por un público también pequeño: de uno a veinte músicos, es
decir, desde un solista hasta una orquesta de cámara. Así entendida, casi toda
la música hasta la época barroca fue de cámara, pues los conjuntos musicales
disponibles eran pequeños y no se acostumbraban los teatros para música que no
fuera ópera. Pero ahora no es estrictamente así.
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Quinteto de alientos: flauta, oboe, clarinete, fagot y corno francés. |
Como la sinfonía, la música de cámara surgió cuando los
músicos hicieron de su arte el modo de comunicar ideas y sentimientos y no sólo
de diversión. Pero hubo muchos, y los sigue habiendo, que prefirieron los
pequeños conjuntos para verter en ellos su intimidad. La condición fue que los
diferentes instrumentos dialogaran entre sí en igualdad de jerarquía y que no
sólo se acompañaran o formaran un coro. Goethe dijo: “Como una conversación
entre personas inteligentes y educadas”. Esto no ocurre en el concierto de un
solista, que más recuerda una brillante pieza de oratoria. Hay musicólogos que
no incluyen en la música de cámara las obras para dos instrumentos, pues
consideran que muchas de ellas son para un solista lucidor acompañado. Son
conjuntos de cámara los tríos, cuartetos, quintetos, sextetos, septetos o septiminos,
octetos y nonetos, de casi cualquier combinación instrumental. De más
instrumentos no conozco y una orquesta de cámara no hace música de cámara en el
sentido que venimos explicando; suelen ser pequeños coros de voces instrumentales diferentes
pero afines. La música de cámara es obligadamente dialéctica en el sentido de
la primera acepción de esta palabra: el arte de dialogar,
argumentar y discutir. La música de cámara es dialéctica y de intimidad.
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Cuarteto de cuerdas: Violín I, violín II, viola y violonchelo. |
La
música de cámara también surgió con Franz Joseph
Haydn (1732-1809), quien además tuvo la gracia de “inventar” el cuarteto de
cuerdas (violín primero, violín segundo, viola y violonchelo) como el conjunto
príncipe de la música de cámara, que cubre toda la gama tonal de la música y la
emocional, además de sus casi infinitas posibilidades armónicas. El género lo
desarrollaron enormemente los clásicos que compartieron con Haydn, Mozart y
Beethoven, y los románticos lo llenaron de emoción infinita hasta convertirlo
en el arte mayor de los hombres, aquel que los coloca más allá de los dioses.
Como buena nueva, rápido se dispersó por todo el mundo la
música de cámara y hasta nuestros días. Y melómanos habemos quienes, cuando
estamos en grave abstinencia de música, la que más extrañamos es la de
cámara.
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Septimino o septeto (Beethoven): Violín, viola, violonchelo, contrabajo, clarinete, fagot y corno francés.
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