Para enero y febrero de 2020 empezamos a saber
que la enfermedad se salía de la provincia china originaria, ya cubría un gran
terreno en su país y había casos fuera de él, en Europa, con Italia a la cabeza. Se culpó a los vuelos
transnacionales, se diseminó por reuniones masivas en juegos de fútbol, se
difundió en toda Europa y nos llegó a América, siendo los países más afectados
Estados Unidos, México y Brasil.
Abril de 2020. La epidemia se extiende a la Europa occidental
y alcanza América.
Era una enfermedad nueva, no había vacunas para
prevenirla ni tratamiento contra sus causas o mecanismos de desarrollo, ocupaba
países muy poblados y se siguió culpando a los viajeros transnacionales por
avión. Siendo una enfermedad de transmisión aérea, por aerosoles, se convocó al
mundo entero a prevenirse de ella cubriéndose boca, nariz y ojos prácticamente
en forma continua, pero la enfermedad siguió matando mucha gente,
particularmente a viejos, más, si tenían enfermedades concomitantes como
diabetes, hipertensión arterial u obesidad.
Esto propició la portada del último número del
año pasado de la afamada revista TIME,
de los Estados Unidos, que concluye que el 2020
ha sido EL PEOR AÑO DE SIEMPRE,
Esta afirmación es discutible, pero es una opinión respetable.
Unos meses después la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró, con su autoridad en el
tema, que CoViD-19, había alcanzado
el grado de pandemia.
2021. Pandemia de CoViD-19
Pandemia es una epidemia infecciosa que ocurre a una escala que cruza
las fronteras internacionales y que generalmente afecta a personas en todo el mundo.
Para entonces, todavía no se contaba con una
vacuna eficiente y el tratamiento de la enfermedad no puede destruir al SARS-CoV-2, sólo modifica algunos mecanismos de la enfermedad. CoVid-19 seguía cobrando muchas vidas cada día. ¡Desesperante!
Se liberaron las vacunas, de diversos
fabricantes en diferentes países del mundo y con distintos mecanismos de
acción. Todas son efectivas y con la
misma tasa de riesgos, entre los que se incluye el que no genere inmunidad. Ninguna vacuna, para ninguna enfermedad, ofrece
100% de seguridad de inmunidad total.
La vacunación, a partir de marzo de este año,
ha procurado ser masiva en todo el mundo, pero aún está muy lejos de ser
universal, es decir, a la totalidad de la población humana. Los países que
mejor lo han hecho son Estados Unidos e Israel, pero apenas rebasan el 50%.
Sin embargo ha bajado la frecuencia de la enfermedad, con la ayuda de la “inmunidad
de rebaño”, que algo se ha dado. Los avances en el tratamiento de los enfermos
con CoVid-19 han disminuido la
mortalidad, pero todavía es alta.
Pero la enfermedad ha tomado un rumbo que ha
llevado a que la OMS la declare endemia.
Este término hace referencia a un proceso patológico que se mantiene de forma estacionaria en una población
o espacio determinado (puede ser todo el mundo) durante períodos prolongados.
La enfermedad se mantiene en una población de hospedantes a lo largo del tiempo
(años) en un nivel estable, incluyendo variaciones estacionales. Para fines
prácticos, se queda para siempre.
Tales son los casos, entre otros, de la
varicela, el sarampión, la poliomielitis, el catarro común y últimamente el SIDA (Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida),
causado por el VIH (Virus de la
Inmunodeficiencia Humana). En estas enfermedades no hay modo de acabar con el
virus causante de ellas; hay métodos físicos de evitar el contagio (VIH) y/o vacunas, pero esos virus se
han vuelto cohabitantes normales en nuestro espacio. Es posible que dentro de
muchos años pueda decirse que alguno de ellos se fue; habrá sido por "aburrimiento del virus".
Todo hace parecer que CoVid-19
seguirá ese camino. Los vacunados, si bien tendremos un alto índice de
seguridad de no enfermarnos, no estaremos exentos de contaminarnos por contagio
y trasmitir la enfermedad. Los métodos actuales de protección (uso de
cubrebocas para boca y nariz y anteojos, sana distancia, evitar eventos
concurridos o en espacios cerrados, lavado frecuente de manos y amplia
ventilación de nuestras casas) serán normas sociales públicas por años. La
vacunación, salvo casos muy especiales de contraindicación, es una obligación
moral y social universal.
Casi todo en esta vida, por grave que sea,
tiene un lado festivo. Los arquitectos y constructores ya diseñan casas y
edificios habitacionales especiales que aseguren corrientes de
ventilación continua. Y que decir de los diseñadores de modas que ya lanzan al
comercio lentes y cubrebocas espectaculares y atractivos, que cambiarán la moda
para siempre. Serán caros, pero serán, y al tiempo no me atengo, pues ya están.