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Soy Rogelio Macías-Sánchez, de tantos años ya, que se me permite no decir cuántos. Soy mexicano y vivo en México país, médico cirujano de profesión, neurocirujano y neurólogo de especialidad. Ahora y por edad, soy neurólogo y neurocirujano en retiro. Soy maestro de mi especialidad en la Facultad de Medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y un entusiasta de la difusión de la ciencia a la comunidad. Pero eso no es toda mi vida. Soy un amante fervoroso de la música clásica, actividad que fomento desde mi infancia. La vivo intensamente y procuro compartirla. Soy diletante en vivo y mucho disfruto, de la música grabada, mejor cuando es en compañía de almas gemelas para esto. Finalmente, amo la vida y la disfruto. Parte de ello es comer bien y beber mejor, es decir, moderado pero excelente. De aquí mi afición a los vinos y las cavas. Los conozco, los disfruto y me entusiasma compartir lo que conozco y lo que me gusta. Esta página pretende abrir una comunicación sobre los vinos, la música clásica y la neurología para profanos. Si es socorrida, el mérito será de ustedes. Diciembre de 2022

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jueves, 29 de diciembre de 2022

INTERMEZZO 47. CAPRICHO DE FIN DEL AÑO 2022.














Por el placer que fue
                  vivir este año.























































Las dos son flores de trébol,
una blanca y la otra color de rosa.




































En mañana nublada                     En mañana soleada





La muerte le ganó a la vida.
Murió de noche, la encontré de día.




















Cada florecita de estas mide no más de un centímetro 
de diámetro ...


... después de tomar y editar la fotografía de la izquierda de esta dupla, la amplifiqué para checarla y he aquí que me encontré con esa mosquita polinizadora, como de tres milímetros.
...                                             


             
   Floración de 
un pasto                 bambú              otro pasto







CAPRICHO EN AZULES,
para desearles un venturoso
2023

 
                                                                                                                        
                                                              

lunes, 26 de diciembre de 2022

LA NEURONA, SUSTRATO ANATÓMICO Y FUNCIONAL DE LA RELACIÓN.

Neuronas de Purkinje,
en el cerebelo.



La relación, la vida de relación, es la mayor manifestación de vida y es función que se da sólo en el reino animal, al parecer en todas sus especies. Consiste en la respuesta organizada a estímulos provenientes del propio individuo animal o de fuera de él, percibidos a través de receptores especializados. Esa respuesta es de movimiento o de secreción de sustancias que se vierten fuera del individuo o a su medio interno. 


La relación es función del sistema nervioso y será más compleja en cuanto el sistema nervioso lo sea; la complejidad de éste depende del número total de neuronas en el individuo animal y el número de neuronas en el córtex (corteza cerebral). Estas cantidades están documentadas en muchas especies animales y su organización en redes, también. El córtex es patrimonio exclusivo de los animales vertebrados, a saber: peces, batracios, reptiles, aves y mamíferos; estos últimos incluyen al Homo sapiens sapiens, es decir, nosotros los humanos. La tabla que ahora presento ilustra esto.


  Especie               Neuronas totales              Neuronas en el córtex

Conejo
 
                           494 200 000                                 71 450 000



Oso pardo

                           940 586 000                                  250 970 000



Gato

                   760 000 000                             274 915 000


 
Perro

                 2 253 000 000                             451 642 500




Cotorra

                1 096 000 000                               575 000 000



Macaco rhesus



                   6 376 000 000                         1 095 000 000  





Caballo

                         No determinado                             1 200 000 000




Chimpancé

                 28 000 000 000                      6 200 000 000





Delfín


                          No determinado                      6 700 000 000




Elefante


                      257 000 000 000                       7 783 000 000
                                                                                  



Homo sapiens






                      86 000 000 000                      16 300 000 000

               




Orca común


                        No determinado                            43 100 000 000




La función de RELACIÓN requiere de:

Esquema explicativo de los
apartados de la derecha


1. Receptores periféricos variados y especializados que recojan las señales de olor, luz, sonido, sabor, presión, dolor, posición relativa de nuestros diferentes segmentos corporales y orientación en el espacio. Los cinco primeros son los famosos “cinco sentidos” de Aristóteles.
2. Un cableado conductor aferente que lleve esas señales al Sistema Nervioso Central. Son los nervios periféricos sensitivos craneales y espinales. Los primeros las llevan al tronco encefálico y los segundos a la médula espinal.
3. Un gran conjunto de centros de procesamiento de la información, situados en el Sistema Nervioso Central (núcleos y cortezas), que reciban esta información, la analicen, clasifiquen, procesen (modifiquen), almacenen en parte (memoria) y generen una acción compleja consecuente.
4. Un cableado conductor eferente que transmita estas órdenes ejecutivas a los efectores finales. Son los nervios periféricos motores craneales y espinales. Los primeros parten del tronco encefálico y los segundos de la médula espinal.
5. Los efectores finales, que son los músculos (estriados o lisos) y las glándulas (de secreción externa o interna). El SN sólo puede expresarse por movimiento o por secreción glandular.
6. Estas acciones de los efectores finales actúan sobre los receptores periféricos que los desencadenaron, estableciendo ciclos funcionales del sistema nervioso, sin principio ni fin, continuos y marcadores del destino final de la función de RELACIÓN, siempre activa mientras su hospedero esté vivo.
Estas respuestas, motoras y  glandulares, pueden ser tan simples como la extensión de una pierna cuando se busca un reflejo con una martillito de exploración y se golpea suavemente bajo la rótula, el hueso de la rodilla, o tan complejas como la presentación de un trabajo científico que exponga un descubrimiento muy importante para la humanidad o que un atleta implante un récord de su especialidad o de gran contenido emocional, como la declaración de amor en una pareja. En las especies animales con menor número de neuronas totales y corticales, la gama de funciones de relación es limitada y ninguna de ellas alcanza grandes complejidades. Lo contrario sucede en las especies mejor dotadas en este sentido. Los humanos estamos en los niveles altos, tanto en las cantidades de neuronas como en la complejidad de las redes neuronales que las manejan. Estas redes neuronales se pueden hacer crecer y complejizar utilizándolas mediante el uso de las funciones neuronales involucradas: el estudio, la lectura, el ejercicio, etcétera, etcétera.




Ahora bien, cada neurona es un sistema nervioso complejo y el sistema nervioso total de un individuo animal no es más que una inmensa multiplicación, anatómica y funcional, de UNA NEURONA.



A la izquierda, una hermosa neurona piramidal con su soma, dendritas, axón y una sinapsis encendida.



A la derecha, una neurona con sus dendritas, que son los organelos sensitivos, aferentes de la célula; recogen información selectiva y la conducen hacia el soma, el cuerpo celular, donde es recibida, analizada, procesada, modificada y enviada a través del axón para terminar en un efector o, lo más frecuente, a otra u otras neuronas que continúan la red hasta un efector final, músculo o glándula.

Así se hace, complejizada, la función de RELACIÓN, donde cada neurona es un Sistema Nervioso completo.

Ahora bien, no se crea que las neuronas se conectan de una en una; lo hacen en paquetes de millones de fibras que forman los nervios en el Sistema Nervioso Periférico y los haces, ascendentes y descendentes, en el Sistema Nervioso Central. El esquema que cierra esta entrega lo muestra para un nervio periférico.