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Soy Rogelio Macías-Sánchez, de tantos años ya, que se me permite no decir cuántos. Soy mexicano y vivo en México país, médico cirujano de profesión, neurocirujano y neurólogo de especialidad. Ahora y por edad, soy neurólogo y neurocirujano en retiro. Soy maestro de mi especialidad en la Facultad de Medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y un entusiasta de la difusión de la ciencia a la comunidad. Pero eso no es toda mi vida. Soy un amante fervoroso de la música clásica, actividad que fomento desde mi infancia. La vivo intensamente y procuro compartirla. Soy diletante en vivo y mucho disfruto, de la música grabada, mejor cuando es en compañía de almas gemelas para esto. Finalmente, amo la vida y la disfruto. Parte de ello es comer bien y beber mejor, es decir, moderado pero excelente. De aquí mi afición a los vinos y las cavas. Los conozco, los disfruto y me entusiasma compartir lo que conozco y lo que me gusta. Esta página pretende abrir una comunicación sobre los vinos, la música clásica y la neurología para profanos. Si es socorrida, el mérito será de ustedes. Diciembre de 2022

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lunes, 6 de septiembre de 2021

DEL VINO Y EL MUSULMÁN MÁS DISTINGUIDO DE LA HISTORIA.

Omar Jayyam (1040 – 1131)

En la entrada del pasado 23 de agosto expuse la relación entre el vino (su producción y consumo) y el Islam, la religión de los musulmanes, cuyos principios y leyes fueron dictados por Mahoma en el siglo VI, asentados en el Corán y vigentes en la actualidad; dicen que no se han modificado. Han rebasado el ámbito religioso y en algunos países, calificados como islamistas, se han instituido como leyes de gobierno. De ahí la prohibición en ellos de producir, distribuir y consumir cualquier bebida alcohólica; barren con  el vino, por supuesto. También dije que en algunos países islamistas se consiguen y beben subrepticiamente sin gran dificultad.

De todas las religiones se rompen sus preceptos desde el día siguiente en que son dictados y no pasa nada; tal ocurrió con muchos musulmanes aun en vida de Mahoma (570 – 632) y hasta ahora. Es peligroso hacerlo en los países islamistas, no vaya a ser que me tope con los yihadistas, que son los violentos.

Omar Jayyam y el calendario


En todas las religiones y desde siempre, ciudadanos han habido que públicamente se oponen a ciertas normas de su creencia; suelen ser pensadores notables y distinguidos que ejercen el derecho a la diversidad. El caso más hermoso de esto es el de Omar Jayyam, persa y musulmán y uno de los espíritus más brillantes y diversos que nuestro mundo ha conocido. Nada diré de sus numerosos hallazgos y contribuciones al saber humano en el campo de la matemática y la astronomía, porque no los conozco a cabalidad y porque esta entrada se refiere más que nada a su calidad sublime de filósofo y poeta, poeta del vino, el amor y el destino. Primero serán citas del vino y el amor; después algunos de sus rubayats.



“No temas la pobreza. No persigas el oro. Y bebe, que una vida tan llena de pesares hay que pasarla siempre en un sueño profundo o embriagado de vino”.

“No renuncies al vino mientras sea posible. ¡Cuántas lamentaciones seguirían!”

“No sepas de otra senda que la de la taberna, ni aspires a otra cosa que a vino, amor y música. Con la copa en la mano, con el odre a la espalda, bebe, bebe, querido, y calla siempre”.

“Acepta de la vida cuanto te corresponda. Ven y llena tu copa de este buen vino. Ante pecados y virtudes, Dios queda indiferente. Tu parte de placer no la descuides nunca”.

“Que sea nuestro tesoro el vino, y nuestra casa, la taberna, y que sea la embriaguez nuestra amiga”.

“Llena otra vez la copa que nos libra del yugo de las vanas angustias y las vanas zozobras”.




“Preferible es beber buen vino, y de mi amada gozar de la hermosura, aunque por breve tiempo, a esperar lo que acaso no será”.

“Tanto vino habré bebido que su olor
manará de mi tumba cuando yazca bajo tierra.
Y cuando un barrilero pase cerca de mi sepulcro
percibirá el aroma y al instante se sentirá ebrio”

La gran pasión de Omar Jayyam fue descubrir los misterios del universo, las pasiones humanas y la existencia misma. Fue un literato consumado de su época y un referente del Oriente con la serie de poemas llamada Rubaiyat, su obra poética más destacada. Es una recopilación de más de un millar de cuartetos que hablan sobre la naturaleza y el ser humano, relatan los deleites del amor y los goces de la vida, que con las transposiciones de amargura y optimismo, conforman el carácter del individuo acentuado en su realidad.

Rubaiyat, "el libro más lujoso".





Cuatro Rubaiyats



Ha llegado el alba, levántate, hermosa,

recreándote toca el arpa y bebe vino,

que durarán poco los que están aquí

y los que se fueron, pasaron al olvido




En el círculo que es nuestro ir y venir,

cuyo principio y fin son invisibles…

Nadie en este concepto halla verdad,

que este venir ¿de dónde viene? Y este ir ¿adónde va?



Dime ¿qué hombre no ha transgredido jamás Tu ley?

Dime ¿qué placer tiene una vida sin pecado?

Si castigas con el mal el mal que te he hecho,

dime ¿cuál es la diferencia entre Tú y yo?



Yo nada sé; el que me creó,

hombre del infierno me hizo, o del paraíso.

Una copa, una hermosa y un laúd a la orilla del campo:

estas tres cosas para mí al contado, y para ti el cielo prometido.