Primero diré por qué a los neurólogos nos toca entendernos con las enfermedades de los músculos, si estos no son tejido o estructuras nerviosas.
Los músculos son estructuras contráctiles que en su contraer y relajarse ejercen las funciones de la posición y el movimiento y cómo unidad funcional son un sistema y no un aparato; es decir, su constituyente es un sólo tejido.
Ejercen la función del movimiento voluntario y consciente de nuestro cuerpo y del movimiento involuntario e inconsciente en las vísceras huecas de los aparatos digestivo, respiratorio, urinario y reproductor.
Pero ese movimiento nunca es autónomo, siempre es ordenado e inducido por nervios periféricos, ya sean somáticos, de acción voluntaria y consciente, o vegetativos, de acción visceral, involuntaria y casi siempre inconsciente. Estos nervios, a su vez, son inducidos a su orden de movimiento, por neuronas del Sistema Nervioso Central, en la médula o en el encéfalo.
Entonces, los músculos son efectores finales del sistema nervioso. Por eso, de las enfermedades de los músculos se encargan los neurólogos. No es fácil y no a todos los neurólogos les gusta.
Esta imagen se explica por si misma...