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Soy Rogelio Macías-Sánchez, de tantos años ya, que se me permite no decir cuántos. Soy mexicano y vivo en México país, médico cirujano de profesión, neurocirujano y neurólogo de especialidad. Ahora y por edad, soy neurólogo y neurocirujano en retiro. Soy maestro de mi especialidad en la Facultad de Medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y un entusiasta de la difusión de la ciencia a la comunidad. Pero eso no es toda mi vida. Soy un amante fervoroso de la música clásica, actividad que fomento desde mi infancia. La vivo intensamente y procuro compartirla. Soy diletante en vivo y mucho disfruto, de la música grabada, mejor cuando es en compañía de almas gemelas para esto. Finalmente, amo la vida y la disfruto. Parte de ello es comer bien y beber mejor, es decir, moderado pero excelente. De aquí mi afición a los vinos y las cavas. Los conozco, los disfruto y me entusiasma compartir lo que conozco y lo que me gusta. Esta página pretende abrir una comunicación sobre los vinos, la música clásica y la neurología para profanos. Si es socorrida, el mérito será de ustedes. Diciembre de 2022

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lunes, 4 de abril de 2022

DE LA LLAMADA MÚSICA ROMÁNTICA.


Portada de la primera 
edición de la Tercera Sinfonía
de Beethoven (1803)





Corría el año de 1802 en Viena. Beethoven era un joven adulto, solicitado pianista y reconocido compositor de música "clásica". Por entonces se iniciaba su sordera y le confesó a su viejo maestro Wenzel Krumholz: "No estoy satisfecho con mis obras compuestas hasta la fecha. Desde hoy pienso seguir un camino nuevo". Ese camino fue la música romántica y lo abrió con su Tercera sinfonía, Eroica.


Franz Schubert
1797 - 1828




Franz Schubert fue, para mí, el mayor romántico que existió en la música. Contemporáneo joven y tímido admirador de Beethoven, hizo música romántica que siguió la línea libertaria y sentimental del genio de Bonn. Su música es indescriptible por emotiva y, por lo menos a mí, me hace olvidar a su amado Ludwig van Beethoven. Su temprana muerte por sífilis a los treinta y un años de edad, privó a la humanidad de una música indescriptible por inimaginada, pero, seguramente, de la más alta sublimidad.




La romántica se dio al mismo tiempo en todas las artes y coincidió con los ideales de libertad, igualdad y fraternidad que enarbolaron las revoluciones burguesas de Europa, encabezadas por la francesa de 1789. La música ya no fue sólo entretenimiento, como lo había sido durante el barroco o en la clásica, sino que conscientemente se refiere a las regiones del propio más allá, aquellas de la pasión irracional, del misterio y la fantasía, que despierta en los escuchas ese "anhelo infinito", que es la esencia misma del romanticismo.

Técnicamente, se caracterizó por el predominio de la melodía y por el uso creciente de la dinámica, que son los elementos emotivos de la música. Se hizo programática, es decir, apareció un código para traducir el lenguaje de la música al de los mortales comunes. Así, se imitó a la naturaleza o se explicó el significado de una obra en el título o en textos paralelos. Como los nombres de los movimientos de la Sinfonía Pastoral de Beethoven: Despertar de sensaciones placenteras al arribo en la campiña o Canto pastoral: sentimientos de alegría y agradecimiento después de la tempestad. Berlioz llamó al cuarto movimiento de su Sinfonía Fantástica, Marcha al suplicio, y Mahler llama a algún movimiento De lo que me dicen las flores. El uso de textos en las grandes obras, siguiendo el ejemplo de la Novena Sinfonía de Beethoven, se hizo frecuente. Pero la característica más importante de la música en esta época fue la búsqueda continua de la libertad en la expresión artística, rompiendo las formas rígidas que la ataban a la época clásica. Esta libertad, ejercitada principalmente en la armonía, fue marcando los pasos que habrían de terminar en el atonalismo.


Johannes Brahms
1833 - 1897


Muertos Beethoven y Schubert, Viena ya no fue la metrópoli de la música. El pueblo urbano y ya no los nobles y principales, fueron los patronos de la música. Teatros, orquestas y músicos llenaron Europa. En Alemania, Mendelssohn y Schumann, Wagner y Brahms y después Max Reger. París fue la Ciudad Luz del siglo XIX. Su refinado ambiente internacional, aunado a la prohibición revolucionaria de enseñar música que no fuera militar en los conservatorios de Francia, atrajo a muchos artistas extranjeros como Chopin, Paganini, Meyerbeer, Cherubini y Liszt entre otros. Más tarde surgieron, nativos franceses: Berlioz, Bizet, Gounod y Massenet.




Piotr Ilich Chaikovski
1840 1893


El ballet dejó Francia y se instaló en San Petesburgo, donde se desarrolló el grupo romántico de Rusia, primero con Glinka y después con el "grupo de los cinco": Cesar Cui, Balakiriev, Borodin, Rimsky-Korsakov y Mussorgsky, cuya mejor escuela fue la música popular de su país. En Moscú surgió Chaikovski, seguramente el músico ruso más popular hasta la fecha. En Italia, siguió siendo primero el arte de la ópera, con Rossini; después con Bellini y Donnizetti para culminar con Verdi, que con su Falstaff llevó la ópera al modernismo.






El camino musical de Chopin, Liszt y Wagner habría de culminar en el concepto de la melodía total, cuyo ejemplo sublime es Tristán e Isolda, de Wagner. Este camino, lo continuaron Gustav Mahler y Richard Strauss, que regresaron el brillo de la música a Viena.


Serguéi Rajmaninov
1873 - 1943

La romántica terminó bruscamente con la Primera Guerra Mundial, al derrumbarse los ideales que la habían soportado. Pocos siguieron usando su lenguaje musical, siendo el más notable de los que lo hicieron, Serguéi Rajmaninov.