Acerca de mí

Mi foto
Soy Rogelio Macías-Sánchez, de tantos años ya, que se me permite no decir cuántos. Soy mexicano y vivo en México país, médico cirujano de profesión, neurocirujano y neurólogo de especialidad. Ahora y por edad, soy neurólogo y neurocirujano en retiro. Soy maestro de mi especialidad en la Facultad de Medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y un entusiasta de la difusión de la ciencia a la comunidad. Pero eso no es toda mi vida. Soy un amante fervoroso de la música clásica, actividad que fomento desde mi infancia. La vivo intensamente y procuro compartirla. Soy diletante en vivo y mucho disfruto, de la música grabada, mejor cuando es en compañía de almas gemelas para esto. Finalmente, amo la vida y la disfruto. Parte de ello es comer bien y beber mejor, es decir, moderado pero excelente. De aquí mi afición a los vinos y las cavas. Los conozco, los disfruto y me entusiasma compartir lo que conozco y lo que me gusta. Esta página pretende abrir una comunicación sobre los vinos, la música clásica y la neurología para profanos. Si es socorrida, el mérito será de ustedes. Diciembre de 2022

Seguidores

Archivo del Blog

lunes, 1 de agosto de 2022

CON MOTIVO DE LA SÉPTIMA SINFONÍA DE DMITRI SHOSTAKOVICH.


Dmitri Shostakovich
1906 - 1975







         


      
       Canto a Dmitri





                     I

Poeta destrozado
Hombre frágil 
vulnerable en esa sensibilidad que fue tu cruz
Inmerso en tus cadencias 
nos dejaste la huella sonora 
de tu existencia tristemente heroica

Tu afán de vida
de creación renovada
se topó con los crueles muros
no sólo de la maldad humana
sino de la burocrática estupidez de los abyectos

Tu obsesión de belleza
te condujo a un martirio de creación
Heredero de una lírica trágica
del sufrimiento de un pueblo invencible
Cantaste su dolor
su grandeza de mártires
mil veces asediados por el afán del poder
Nunca doblegado heroico pueblo ruso
Explotado por los zares
Sueño de Napoleón y de Hitler
Pueblo acostumbrado al sufrimiento
y a la poesía
Tu tragedia queda inmersa en la belleza y el canto
Tú, pequeño Dmitri
perteneces a esa estirpe
Hombre de apariencia frágil, huidiza
Mas sólo en apariencia
porque tu música muestra tu verdad y tu fuerza
Enfrentaste a la feroz burocracia
Venciste a la tiranía
esa que abogando por los débiles
usurpó el lugar de los antiguos zares
emulando en crueldad sus hazañas
Triste destino de los ideales de Marx y de Lenin
desembocar en camarillas opresoras
de hombrecillos hambrientos de poder
Monstruos enanos que intentaron amedrentar
tu noble creación musical
Escarnecido por el partido
se te obligó a renunciar a tu creación genuina
Pisotearon tus partituras
y pretendieron exterminar tus impulsos
Fingiste sabiamente una derrota
pero nunca la sentiste
Encubriste tu música sublime
aparentaste acatar la tiranía
Más en el fondo de tu alma
guardaste tus tesoros de armonía
de maravillas dinámicas de ritmo
Cobijaste tu arte en la penumbra
No lo negaste
Lo mantuviste oculto para legarlo al mundo
como homenaje al sufrimiento
a la heroica resistencia de tu pueblo
El miedo te rodeó
Casi asfixió tu impulso musical
Y el arte triunfó sobre el temor,
preservó tu genio y tu entereza

No pudiste brillar cual Mozart o Beethoven
en salones de lujo y de riqueza
Mas tejiste una obra eterna
Indestructible, mientras haya seres que amen la                belleza

San Petersburgo te invoca en cada uno de sus hijos
Tú que enfrentaste al invasor alemán en su rudeza
Que apagaste los incendios de sus bombas
Hombro con hombro en el sitio de tu triste ciudad,
esos momentos han quedado plasmados
en la armonía incomparable de tus sinfonías
La maldad no arrasará
mientras queden hombres como tú que resistan
Mientras persista el coraje de los débiles
perdurará tu música
Narrando las gestas de tu vida
y de ese pueblo que tanto ha soportado

En tu música se encuentra lo sublime
Cuenta la historia de los que se niegan a morir
Simboliza lo grandioso del humano
Mezcla telúrica de abyección y nobleza
Tú mismo representas al hombre,
que pisoteado
puede erigirse en heroico creador
Somos barro y sangre
crueldad y dicha
locura y desconcierto
Podemos rayar en lo sublime
y descender a lo más bajo
El hombre
explota a sus hermanos o
cura sus heridas
Asesina y bendice
Puede crear y destruir
Amar y detestar
Puede invadir y atropellar lo más sagrado
Mas también puede cincelar la belleza
Nadie ha logrado descifrar estos enigmas
Debemos amar a los hombres como son

Dmitri, tú has amado a los hombres
al legarles tu obra
Ella lava las culpas enormes de los opresores
Purifica el terror desplegado
y ha hecho florecer las cruces de sus asesinatos

Tu música va más allá de la belleza
más allá de las palabras
más allá de los hechos
de las ideas
y de los mismos hombres
Ha fundado un espacio propio
Es un canto al dolor y las luchas del hombre
Transmite la esencia de ese pueblo
que ha pagado con sangre su valor ante la historia

Pequeño y temeroso Dmitri
En tu fragilidad radica tu grandeza
Porque supo trocar el dolor en música
y el llanto en sonora grandeza,
lo ruin en monumento,
y la debilidad en fortaleza

Pertinaz, obstinado al igual que tu gente
Porfiaste en resistir
Negaste tu derrota
y edificaste en música
el canto al enorme valor
para sobrevivir ante la infamia

¿De qué fuerza sagrada
emerge el delirio se tus sinfonías incandescentes?
Si tu materia fue compuesta por las lágrimas, el              hambre y la barbarie
Si te nutriste del despotismo y el oprobio
¿Cómo lograste trastocar lo abyecto en lo sublime?¿Cómo pudiste crear tanta belleza
partiendo de lo más negro y repugnante?
Mágica alquimia que te otorgó la música
A ti, al hombre genial y valeroso

 
                      II

Nos pintas la vida cotidiana de los hombres
en su ridícula inocencia
y hasta en su puerilidad
No muestras héroes
sino hombres y mujeres de la vida común
Humanos solamente
En sus pasiones y sus juegos
Sus aventuras y sus tedios

Arengas a los débiles
para resistir los embates
del infortunio y la tragedia
Lloras pero no te lamentas
Gimes sin exigir piedad
Te resignas al sino del dolor
Sobrevives en la esperanza
Y al final vencerás resistiendo
Has capturado el fulgor de las batallas

Trocas en canto de esperanza
los horrores de la lucha
y el estruendo de las balas
Portento de creación
al convertir lo horrendo en sinfonía

Obstinato de tambor
Marca la misma obstinación de tu dolida
    humanidad
¡No perecer aunque las bombas caigan!
¡No sucumbir ante las llamas ni las balas!
Perseverar desesperadamente en el ser
Esa es tu consigna
La consigna del ritmo acelerado
marca la senda de la resistencia
Un crescendo continuo vigoriza
la tenaz voluntad del que resiste
Se va forjando un camino
se construye una ruta
Se marca un rumbo
¡Síganme todos!
No claudicaremos
Ni la guerra, ni el hambre, ni el sitio
podrán doblegarnos
De debilidad, coraje
De fragilidad, grandeza
¡Adelante! ¡Adelante!
De aquí a las alturas
Percibimos ya la sonrisa de la gloria
Mantengamos el paso
y nuestra meta será no fenecer
Seguir
Continuar en la batalla
Resistir
Resistir
Resistir …
….                                                                                                                                  SOM
                                             Morelia, Michoacán
                                             Fines del Siglo XX