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Dmitri Shostakovich 1906 - 1975 |
Canto a Dmitri
I
Poeta destrozado
Hombre frágil
vulnerable en esa
sensibilidad que fue tu cruz
Inmerso en tus cadencias
nos dejaste la huella
sonora
de tu existencia
tristemente heroica
Tu afán de vida
de creación renovada
se topó con los crueles
muros
no sólo de la maldad
humana
sino de la burocrática
estupidez de los abyectos
Tu obsesión de belleza
te condujo a un martirio
de creación
Heredero de una lírica
trágica
del sufrimiento de un
pueblo invencible
Cantaste su dolor
su grandeza de mártires
mil veces asediados por
el afán del poder
Nunca doblegado heroico
pueblo ruso
Explotado por los zares
Sueño de Napoleón y de
Hitler
Pueblo acostumbrado al
sufrimiento
y a la poesía
Tu tragedia queda inmersa
en la belleza y el canto
Tú, pequeño Dmitri
perteneces a esa estirpe
Hombre de apariencia
frágil, huidiza
Mas sólo en apariencia
porque tu música muestra
tu verdad y tu fuerza
Enfrentaste a la feroz
burocracia
Venciste a la tiranía
esa que abogando por los
débiles
usurpó el lugar de los
antiguos zares
emulando en crueldad sus
hazañas
Triste destino de los
ideales de Marx y de Lenin
desembocar en camarillas
opresoras
de hombrecillos
hambrientos de poder
Monstruos enanos que
intentaron amedrentar
tu noble creación musical
Escarnecido por el
partido
se te obligó a renunciar
a tu creación genuina
Pisotearon tus partituras
y pretendieron exterminar
tus impulsos
Fingiste sabiamente una
derrota
pero nunca la sentiste
Encubriste tu música
sublime
aparentaste acatar la
tiranía
Más en el fondo de tu
alma
guardaste tus tesoros de
armonía
de maravillas dinámicas
de ritmo
Cobijaste tu arte en la
penumbra
No lo negaste
Lo mantuviste oculto para
legarlo al mundo
como homenaje al
sufrimiento
a la heroica resistencia
de tu pueblo
El miedo te rodeó
Casi asfixió tu impulso
musical
Y el arte triunfó sobre
el temor,
preservó tu genio y tu
entereza
No pudiste brillar cual
Mozart o Beethoven
en salones de lujo y de
riqueza
Mas tejiste una obra
eterna
Indestructible, mientras
haya seres que amen la belleza
San Petersburgo te invoca
en cada uno de sus hijos
Tú que enfrentaste al
invasor alemán en su rudeza
Que apagaste los
incendios de sus bombas
Hombro con hombro en el
sitio de tu triste ciudad,
esos momentos han quedado
plasmados
en la armonía
incomparable de tus sinfonías
La maldad no arrasará
mientras queden hombres
como tú que resistan
Mientras persista el
coraje de los débiles
perdurará tu música
Narrando las gestas de tu
vida
y de ese pueblo que tanto
ha soportado
En tu música se encuentra
lo sublime
Cuenta la historia de los
que se niegan a morir
Simboliza lo grandioso
del humano
Mezcla telúrica de
abyección y nobleza
Tú mismo representas al
hombre,
que pisoteado
puede erigirse en heroico
creador
Somos barro y sangre
crueldad y dicha
locura y desconcierto
Podemos rayar en lo
sublime
y descender a lo más bajo
El hombre
explota a sus hermanos o
cura sus heridas
Asesina y bendice
Puede crear y destruir
Amar y detestar
Puede invadir y atropellar
lo más sagrado
Mas también puede
cincelar la belleza
Nadie ha logrado
descifrar estos enigmas
Debemos amar a los
hombres como son
Dmitri, tú has amado a
los hombres
al legarles tu obra
Ella lava las culpas
enormes de los opresores
Purifica el terror desplegado
y ha hecho florecer las
cruces de sus asesinatos
Tu música va más allá de
la belleza
más allá de las palabras
más allá de los hechos
de las ideas
y de los mismos hombres
Ha fundado un espacio
propio
Es un canto al dolor y
las luchas del hombre
Transmite la esencia de
ese pueblo
que ha pagado con sangre
su valor ante la historia
Pequeño y temeroso Dmitri
En tu fragilidad radica
tu grandeza
Porque supo trocar el
dolor en música
y el llanto en sonora
grandeza,
lo ruin en monumento,
y la debilidad en
fortaleza
Pertinaz, obstinado al
igual que tu gente
Porfiaste en resistir
Negaste tu derrota
y edificaste en música
el canto al enorme valor
para sobrevivir ante la
infamia
¿De qué fuerza sagrada
emerge el delirio se tus
sinfonías incandescentes?
Si tu materia fue
compuesta por las lágrimas, el hambre y la barbarie
Si te nutriste del
despotismo y el oprobio
¿Cómo lograste trastocar
lo abyecto en lo sublime?¿Cómo pudiste crear tanta
belleza
partiendo de lo más negro
y repugnante?
Mágica alquimia que te
otorgó la música
A ti, al hombre genial y
valeroso
II
Nos pintas la vida
cotidiana de los hombres
en su ridícula inocencia
y hasta en su puerilidad
No muestras héroes
sino hombres y mujeres de
la vida común
Humanos solamente
En sus pasiones y sus
juegos
Sus aventuras y sus
tedios
Arengas a los débiles
para resistir los embates
del infortunio y la
tragedia
Lloras pero no te
lamentas
Gimes sin exigir piedad
Te resignas al sino del
dolor
Sobrevives en la
esperanza
Y al final vencerás
resistiendo
Has capturado el fulgor
de las batallas
Trocas en canto de
esperanza
los horrores de la lucha
y el estruendo de las
balas
Portento de creación
al convertir lo horrendo
en sinfonía
Obstinato de tambor
Marca la misma
obstinación de tu dolida
humanidad
¡No perecer aunque las
bombas caigan!
¡No sucumbir ante las
llamas ni las balas!
Perseverar
desesperadamente en el ser
Esa es tu consigna
La
consigna del ritmo acelerado
marca la senda de la
resistencia
Un crescendo continuo
vigoriza
la tenaz voluntad del que
resiste
Se va forjando un camino
se construye una ruta
Se marca un rumbo
¡Síganme todos!
No claudicaremos
Ni la guerra, ni el
hambre, ni el sitio
podrán doblegarnos
De debilidad, coraje
De fragilidad, grandeza
¡Adelante! ¡Adelante!
De aquí a las alturas
Percibimos ya la sonrisa
de la gloria
Mantengamos el paso
y nuestra meta será no fenecer
Seguir
Continuar en la batalla
Resistir
Resistir
Resistir …
…. SOM
Morelia, Michoacán
Fines del Siglo XX