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Soy Rogelio Macías-Sánchez, de tantos años ya, que se me permite no decir cuántos. Soy mexicano y vivo en México país, médico cirujano de profesión, neurocirujano y neurólogo de especialidad. Ahora y por edad, soy neurólogo y neurocirujano en retiro. Soy maestro de mi especialidad en la Facultad de Medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y un entusiasta de la difusión de la ciencia a la comunidad. Pero eso no es toda mi vida. Soy un amante fervoroso de la música clásica, actividad que fomento desde mi infancia. La vivo intensamente y procuro compartirla. Soy diletante en vivo y mucho disfruto, de la música grabada, mejor cuando es en compañía de almas gemelas para esto. Finalmente, amo la vida y la disfruto. Parte de ello es comer bien y beber mejor, es decir, moderado pero excelente. De aquí mi afición a los vinos y las cavas. Los conozco, los disfruto y me entusiasma compartir lo que conozco y lo que me gusta. Esta página pretende abrir una comunicación sobre los vinos, la música clásica y la neurología para profanos. Si es socorrida, el mérito será de ustedes. Diciembre de 2022

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lunes, 1 de diciembre de 2025

COMBINANDO VINO Y COMIDA






Cuando  es uno chiquillo para el mundo de los vinos y tímidamente se empieza a incursionar en él, rápidamente nos llegan oleadas de consejos, particularmente de "que vino va con cada variedad de alimento".

Lo primero que le dicen a uno es la frase consagrada por el tiempo, mucho tiempo: 

EL VINO ROJO VA CON LA CARNE ROJA DE MAMÍFEROS Y EL VINO BLANCO CON PESCADOS Y MARISCOS.

Y no ose uno contradecir ese dogma, porque queda estigmatizado para siempre y excluido por los que se  dicen "conocedores".

Esto es contrario a los principios de la estética, que proclama la libertad de elección ante fenómenos sensibles, como lo es el disfrutar de los vinos. Pero bueno, está consagrada por los siglos y es que es "buena", aunque tiene sus asegunes.

Y todo esto se complica cuando nos damos cuenta de que tanto en los vinos como en los alimentos hay variedades, tanto mayores cuanto los años pasan.

Porque no es lo mismo carne roja de res, que de cordero o de conejo; y que las carnes de cangrejo y de pescado son diferentes siendo de carne blanca las dos.

Y con los vinos es lo mismo. No es igual un blanco de California que un  blanco espumoso francés de la región de Champagne.

Entonces, tratar de crear reglas escritas para escoger el mejor vino de acuerdo a la carne que acompañe, es imposible. Yo nunca lo haré en esta columna.

Pero me encontré, curioseando por la Internet, el siguiente cuadro, que les comparto. No es absoluto pero es bueno. Úsenlo y "a ver que opinan". No se los explico porque es facilísimo de entender.



Nota: El vino rojo dulce de la extrema derecha (Sherry), es el Jerez, que es de los vinos con mayor contenido alcohólico; anda en los 20 grados o más. Yo no lo recomiendo para acompañar una comida. Quizá sólo algunos postres y en cantidad moderada.
¡Salud, y que ustedes los disfruten!

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NB: Esto de combinar vino y comida con fortuna, se llama maridar. Por algo será, aunque no siempre es afortunado, en los dos casos.