Acerca de mí

Mi foto
Soy Rogelio Macías-Sánchez, de tantos años ya, que se me permite no decir cuántos. Soy mexicano y vivo en México país, médico cirujano de profesión, neurocirujano y neurólogo de especialidad. Ahora y por edad, soy neurólogo y neurocirujano en retiro. Soy maestro de mi especialidad en la Facultad de Medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y un entusiasta de la difusión de la ciencia a la comunidad. Pero eso no es toda mi vida. Soy un amante fervoroso de la música clásica, actividad que fomento desde mi infancia. La vivo intensamente y procuro compartirla. Soy diletante en vivo y mucho disfruto, de la música grabada, mejor cuando es en compañía de almas gemelas para esto. Finalmente, amo la vida y la disfruto. Parte de ello es comer bien y beber mejor, es decir, moderado pero excelente. De aquí mi afición a los vinos y las cavas. Los conozco, los disfruto y me entusiasma compartir lo que conozco y lo que me gusta. Esta página pretende abrir una comunicación sobre los vinos, la música clásica y la neurología para profanos. Si es socorrida, el mérito será de ustedes. Diciembre de 2022

Seguidores

Archivo del Blog

jueves, 3 de marzo de 2022

INTERMEZZO 31. MÁS FLORES Y COSAS DESDE MIS CAMINATAS.







No sé si yo persigo a las flores o las flores me persiguen a mí, pues hasta en el coche se me aparecen. ¡Qué bueno!









Estas me encontraron en el pasillo muy iluminado de la oficina de contabilidad de un hospital.











Ésta, en una banqueta de mi colonia, saliendo de una plancha de cemento que no tiene hendidura o perforación alguna. ¡Ayyy!














De mis fotografías recientes favoritas.

















Caminando por ahí: 
Árbol seco por ahora con hermosa flor única.










Días después, el mismo árbol seco ahora con muchas flores y un impávido gorrión gordo, que contempla el paisaje.
















Y ahí  mismo escuché:
"Chole, vete a cortar unos nopalitos para la ensalada, ¿no?"










Esta imagen es de las que valen más que mil palabras. Su nombre es:
"Autorretrato, fotografiando la Nochebuena que aparece en primer plano".












Una vez más: "De las extrañas flores rojas de nuestro jardín"




















Sus hojas, moradas y casi negras, brillan al sol directo y lucen blancas.




















Trasplantado un tallito en maceta a un lugar sombreado, sus hojas son verdes y también lucen blancas cuando el sol las incide en determinado ángulo.





















Esta es su primera flor.
Toda ella es una hermosa bailarina.






















Esta no tiene nombre.
Nace entre los ladrillos, es bellísima y no mide más de ocho milímetros de diámetro.





Cerramos este intermezzo con este incendiario
atardecer de invierno en el Valle de Guayangareo.
La montaña del fondo a la izquierda es el Cerro del Águila


lunes, 28 de febrero de 2022

DE LAS EMOCIONES Y EL HIPOTÁLAMO

Corte axial medio del cráneo que muestra
la mitad derecha del encéfalo y en el
círculo negro, el hipotálamo.

El hipotálamo es una pequeña estructura nerviosa que es parte del cerebro. Es superficial, situado en la línea media en la parte parte inferior y anterior del cerebro y no es muy grande, apenas del tamaño de una uva mediana. Su nombre significa "debajo del tálamo", que es también una estructura del cerebro, profunda, grande y muy compleja. Como toda estructura nerviosa nuclear (de cuerpos de las neuronas), el hipotálamo recibe información variada, la que analiza, modifica y genera acciones específicas que se ejercen sobre otras estructuras nucleares o sobre efectores terminales como los músculos o las glándulas. Las funciones específicas del hipotálamo son dos, la homeostasis y la emoción.

La homeostasis consiste en mantener el equilibrio químico de nuestro medio interno, esencial para mantener la vida; de él diremos en otra ocasión. Hoy diré de las emociones y diré poco, porque poco es lo que se conoce verdaderamente de ellas, más allá de enfoques románticos y novelescos. Primero, la definición que se acepta en el campo de la neurología:

Emoción es la manifestación vegetativa, involuntaria y en ocasiones inconsciente, como respuesta a un sentimiento de placer, de dolor o de miedo.

Ejemplo primero: Una muchacha joven a la que visita su enamorado. En un momento dado, y alejados de la vista pública, empieza a besarla, acariciarla en áreas corporales erogénas. La chica tiene placer y su respuesta vegetativa, involuntaria y consciente en este caso, consiste, entre otras manifestaciones, en rubor facial, piloerección (carne de gallina y se levantan los vellos), aumento de la frecuencia cardíaca (taquicardia), aumento de la frecuencia respiratoria con jadeo (taquimnea), sudoración, deseos de orinar y cosas más. El conjunto de estas síntomas como respuesta a un sentimiento de placer es una emoción, que aumenta el placer.

Ejemplo segundo: Un varón mayor, afectado de enfermedad de la próstata o un cálculo (piedra) vesical que le obstruyen la micción, tiene un dolor muy intenso al tratar de orinar. No lo puede hacer, se esfuerza para ello y el dolor es insoportable. Se pone pálido, sudoroso, disminuye la frecuencia cardíaca (bradicardia) y cae inconsciente (síncope vasovagal). Lo desmayó la emoción generada por el dolor intenso.

Ejemplo tercero: El niño que ya ha sido vacunado por su pediatra y lo llevan, tiempo después, a nueva consulta. Se aparece el pediatra con su bata blanca, el niño lo ve, le entra el terror, llora, grita, las pupilas crecen, se orina y se puede desmayar. Es la emoción generada por el miedo.


Finalmente, otro ejemplo de emoción desencadenada por el miedo, que es relato despersonalizado de un suceso real. Una mujer joven viaja en su vehículo. La acompañan su madre y en el asiento trasero, sus dos hijos, que son niños menores. Van por un viaducto de la Ciudad de México, de esos que, a las horas pico, se saturan tanto, que llega a detenerse la circulación, en ocasiones por tiempo prolongado. Ella está en esa situación cuando ve venir, en su fila de coches atascados, a un delincuente que, pistola en mano, va asaltando a los choferes de los coches varados, los que sin más, entregan sus haberes al malvado. Cuando el asaltante está dos coches adelante del suyo, a la joven señora le da un infarto del corazón. Después de un rato largo logran sacarla del atascado viaducto y llevarla a un consultorio próximo de un cardiólogo donde la mujer fallece. La mató la emoción del miedo.

¿Cómo hace esto nuestro sistema nervioso? No hay respuesta absoluta, sólo parcial y aproximada. Nuestros conocimientos al respecto todavía están en pañales, pero allá van:

Los sentimientos que generan emociones son formas complejas de sensibilidad que son recogidas por receptores periféricos y llevadas a la corteza corteza cerebral especializada, haciendo una estación de relevo en el tálamo. Ahí son analizadas, parcialmente interpretadas y llevadas a la corteza cerebral en sus áreas especializadas del sentimiento, que en la imagen adjunta están de color naranja. Ahí son nuevamente analizadas, se enriquecen con información tomada de los almacenes de memoria, son calificadas y se generan las señales de acciones vegetativas, neurológicas y hormonales, que el hipotálamo se encargará de ejecutar y que en su conjunto constituyen la emoción. Hasta aquí sabemos.

Y bueno, la imagen que cierra esta entrada muestra todo lo que ocurre en el organismo de un sujeto víctima de un episodio de ira violenta. Esperamos que no nos ocurra a nosotros.