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Soy Rogelio Macías-Sánchez, de tantos años ya, que se me permite no decir cuántos. Soy mexicano y vivo en México país, médico cirujano de profesión, neurocirujano y neurólogo de especialidad. Ahora y por edad, soy neurólogo y neurocirujano en retiro. Soy maestro de mi especialidad en la Facultad de Medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y un entusiasta de la difusión de la ciencia a la comunidad. Pero eso no es toda mi vida. Soy un amante fervoroso de la música clásica, actividad que fomento desde mi infancia. La vivo intensamente y procuro compartirla. Soy diletante en vivo y mucho disfruto, de la música grabada, mejor cuando es en compañía de almas gemelas para esto. Finalmente, amo la vida y la disfruto. Parte de ello es comer bien y beber mejor, es decir, moderado pero excelente. De aquí mi afición a los vinos y las cavas. Los conozco, los disfruto y me entusiasma compartir lo que conozco y lo que me gusta. Esta página pretende abrir una comunicación sobre los vinos, la música clásica y la neurología para profanos. Si es socorrida, el mérito será de ustedes. Diciembre de 2022

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lunes, 21 de abril de 2025

NEUROLOGÍA PARA PROFANOS. ¡CUANDO HAY QUE DECIR DE ENFERMEDADES PROPIAS! 2





¡Hola!, que aquí sigo con ustedes, sacando las entradas apenas los domingos por las tardes; pero es que sigo malito, no tanto que no pueda entregarlas, pero me cuestan trabajo; trabajo físico y mental.

Esta sección del blog se llama Neurología para profanos, es decir, trata del sistema nervioso: su anatomía, su funcionamiento (fisiología) y sus enfermedades y lo he expuesto como lo hice durante cincuenta años a mis alumnos de la materia en la Unversidad Michoacana; no me ha costado trabajo. 

Pero ahora me está costando trabajo porque me he enfermedado del sistema nervioso; del sistema motor. Tengo dificultad para mover mis miembros superiores y los inferiores. No están paralizados, están débiles; parece que la enfermedad ya se detuvo y también parece que va regresando, pero han sido semanas muy dificultosas. Me cuestra trabajo moverme y son los cuatro miembros, pero no me ha invalidado. Aquí sigo, trabajando en un bajo porcentaje de mi actividad normal. En cuanto vaya mejorando, espero alcanzar la totalidad de mi función nerviosa y entregar una vez más entradas decorosas y complejas, conforme ustedes las merecen.

Creo que la enfermedad ya llegó a su máximo y que ahora sólo queda mejorar; eso quiero y espero. Y aquí seguiremos con ustedes, sin más quejas y con más gusto.