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Soy Rogelio Macías-Sánchez, de tantos años ya, que se me permite no decir cuántos. Soy mexicano y vivo en México país, médico cirujano de profesión, neurocirujano y neurólogo de especialidad. Ahora y por edad, soy neurólogo y neurocirujano en retiro. Soy maestro de mi especialidad en la Facultad de Medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y un entusiasta de la difusión de la ciencia a la comunidad. Pero eso no es toda mi vida. Soy un amante fervoroso de la música clásica, actividad que fomento desde mi infancia. La vivo intensamente y procuro compartirla. Soy diletante en vivo y mucho disfruto, de la música grabada, mejor cuando es en compañía de almas gemelas para esto. Finalmente, amo la vida y la disfruto. Parte de ello es comer bien y beber mejor, es decir, moderado pero excelente. De aquí mi afición a los vinos y las cavas. Los conozco, los disfruto y me entusiasma compartir lo que conozco y lo que me gusta. Esta página pretende abrir una comunicación sobre los vinos, la música clásica y la neurología para profanos. Si es socorrida, el mérito será de ustedes. Diciembre de 2022

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lunes, 8 de noviembre de 2021

¡ENTRADA CENTÉSIMA!



 


Esta entrada es la centésima de mi blog Vinos, Música y Neurología para profanos; la primera apareció el 22 de junio del 2020 y se programó como semanal, los lunes. Veinticinco intermezzi de jueves han permitido llegar a este número bastante antes de cien semanas.



La creación del blog tuvo un motivo y la primera entrada un pretexto. El motivo fue la urgencia de manifestar mi cognición cuando la mayor parte de mi trabajo intelectual se había suspendido por el aislamiento y reclusión obligados por la pandemia de CoVid-19: asistencia médica, docencia, educación de postgrado, presencia en la música clásica y cosas más. El pretexto fue que la cava familiar se había vaciado de buenos vinos después de tres meses de reclusión y hube de abrir dos muy viejas botellas con el riesgo de que estuvieran malísimos; no fue así y lo festejé con la primera entrada. Esta imagen data de esa fecha


Como no sabía ni sé tanto de vinos como para mantener con sólo ese tema un blog semanal, decidí manifestarme en otros dos que me apasionan: la música clásica y la especialidad médica que ahora ejerzo, la neurología, expuesta para profanos. Ocasionalmente abordo otros temas de interés personal mío y general y así se han dado setenta y cuatro lunes antes de este. El agregado de los intermezzi algunos jueves completan las cien entregas.

Para esta centésima entrada he decidido volver a la cava familiar, que es un sitio de intimidad, y mostrarles algo de aquello que decora sus paredes. De vinos, sigue casi vacía; llegarán tiempos mejores para volverla a llenar.








Preside el lugar el Príncipe de los Ingenios, Don Miguel de Cervantes Saavedra (1547 - 1616),  en un manejo fotográfico del bronce que engalana el Jardín de las Rosas en Morelia.

Su mérito mayor: Haber escrito la novela más universal y significativa en la historia de la humanidad: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.



















No podían faltar sus dos inmortales creaturas: Don Quijote y Sancho Panza.













De Don Francisco de Goya y Lucientes, un grabado de su Tauromaquia.












Arriba a la derecha la famosísima Vendimia, también de Don Francisco de Goya y Lucientes, un termómetro con higrómetro todavía analógicos y de Pieter Brueghel el Viejo, La cosecha, 1565





“El buen vino

Y el amor

Hacen pasar

Felices días”












   Franz Hals: El alegre bebedor, 1630.









Bebedores, bailarines y parejas alegres…

Jan Steen: La pareja de bailadores, 1663.






Otra más de alegres comensales que cantan y disfrutan alrededor de algún tonelillo de vino. De este cuadro no tengo referencia alguna de autor, nombre o año.










Francisco de Goya y Lucientes: 

El bebedor, 1777.













Portada antigua de Utopía (1516), de Tomás Moro, ensayo inmortal de la libertad de los pueblos, que fue guía de acción de Vasco de Quiroga en el Michoacán del siglo XVI:






En ninguna cava digna debe faltar 
El triunfo de Baco o Los borrachos (1629) de Diego Velázquez.