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Soy Rogelio Macías-Sánchez, de tantos años ya, que se me permite no decir cuántos. Soy mexicano y vivo en México país, médico cirujano de profesión, neurocirujano y neurólogo de especialidad. Ahora y por edad, soy neurólogo y neurocirujano en retiro. Soy maestro de mi especialidad en la Facultad de Medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y un entusiasta de la difusión de la ciencia a la comunidad. Pero eso no es toda mi vida. Soy un amante fervoroso de la música clásica, actividad que fomento desde mi infancia. La vivo intensamente y procuro compartirla. Soy diletante en vivo y mucho disfruto, de la música grabada, mejor cuando es en compañía de almas gemelas para esto. Finalmente, amo la vida y la disfruto. Parte de ello es comer bien y beber mejor, es decir, moderado pero excelente. De aquí mi afición a los vinos y las cavas. Los conozco, los disfruto y me entusiasma compartir lo que conozco y lo que me gusta. Esta página pretende abrir una comunicación sobre los vinos, la música clásica y la neurología para profanos. Si es socorrida, el mérito será de ustedes. Diciembre de 2022

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lunes, 14 de marzo de 2022

¿NO QUEDÓ CHAMPAÑITA PARA LOS SOPES?


La champaña es considerada, en todo el mundo, como "príncipe de los vinos" y hay muchos que piensan que no es vino, sino algo así como la bebida de los dioses. Esto no es verdad y de que sea "el mejor de los vinos", depende de quien lo guste. Pero es cierto que es el más famoso, hasta para aquellos que nunca lo han bebido.


La champaña es un "vino espumoso" y puede ser blanco o rosado. Los ensayos de hacer vino espumoso rojo han sido desafortunados. Champaña o Champán son los nombres en español, derivados del nombre original en francés, Champagne, por el nombre de la región francesa donde se originó, cuyas capitales vinícolas son la ciudades de Reims y  Éparnay.

Vinedo en la región de Champagne


En Champagne  nació ese vino, pero en la actualidad, se produce en los cinco continentes y México no es la excepción; pero el único vino espumoso que puede lucir en su etiqueta el nombre de Champagne es el que se produce en esa región francesa. Pero en todo el mundo se puede comprar vino espumoso del lugar, pidiéndolo como champaña.


La champaña es joven en la historia del vino. Este data de siete a ocho mil años y al parecer en la región del Cáucaso; la champaña nació en el siglo XVII, entre cuatrocientos y quinientos años hace. Sin embargo, hay quien afirma que los romanos ya la conocían y hay quienes afirman que desde el siglo XVI se degustaba en París.

La champaña es, como todos los vinos, el producto final de un proceso de fermentación del jugo de uva, pero para la champaña, ese proceso se ha complejizado y sofisticado continuamente y en mucho a lo largo de todos sus años de existencia, hasta tener el producto moderno. Voy a enumerar algunos de los pasos complejos de ese proceso, sin detenerme a detallar alguno.

Primero: La champagne es de, por lo menos, dos tipos de uva de la región. El método champañoso, llamémoslo así, se caracteriza por una doble fermentación, una primera en depósito o cuba y una segunda en botella.

En esta segunda, se añade azúcar para reactivar la fermentación y para eliminar los sedimentos se colocan las botellas con el cuello hacia abajo y se gira cada botella un cuarto de vuelta un par de veces al día. Así se consigue que los sedimentos se vayan acumulando paulatinamente en el cuello de la botella, junto al tapón.


El degüello. Llegado el tiempo, y para eliminar los sedimentos, se congela el cuello de la botella a unos veinte grados bajo cero, y se procede al degüello. En este proceso se descorcha la botella y la presión del gas expulsa una franja que anteriormente ha sido congelada y que es donde se encuentran los sedimentos. Después se rellena la botella con el mismo champán  y se vuelve a tapar con el tapón especial con el que llega al mercado. El tapón tiene una forma especial  y se fija a la botella por un sistema de laminilla y alambre de metal. Las botellas son de cristal especialmente grueso para que no estallen por los gases que se producen en este proceso de la  segunda fermentación.

De todo esto resulta un vino delicioso, muy afamado y exultante, que, como cualidad mayor, va con cualquier tipo de alimento o pretexto que dé lugar a consumirlo. Va en desayunos, comidas o cenas; va como aperitivo con botanas, con primeros platos de una comida formal, con ensaladas, con carne roja, blanca o de cualquier color, con los postres y como digestivo o para sólo brindar. Va con cocina internacional o regional de cualquier parte del mundo. Va bien con chiles en nogada y con mole mexicano. Siempre es mejor servirla bien fría. Por su bajo contenido alcohólico es difícil embriagarse con champaña, pero hay quien lo consigue. Además, hay de todos los precios y en cualquier rango de costos se compran champañas de buena calidad en todo el mundo.

Del párrafo anterior surgió el tema de esta entrada y su título; va.

El 31 de diciembre pasado se reunieron en casa de una de ellas, dos parejas ya de edad avanzada, para recibir en tono festivo al Nuevo Año. Estaba además, el hijo cincuentón de la pareja local, aquella que abrió su casa al efecto. Es un profesionista de la ciencia muy distinguido, con postgrados en el extranjero. 

Se cenó pavo que había sobrado de la cena de Noche Buena; se volvió a hornear y aderezó para recibir al 2022. Se bebió una buena champaña española que alcanzó para brindar por la felicidad y prosperidad de todos los presentes en el nuevo año. La verdad es que no llegaron a la media noche. Apenas pasadas las diez levantaron sus aflautadas copas de champaña en el último brindis de la noche, se despidieron los visitantes y los tres locales se fueron a dormir.

Más temprano que tarde despertaron los hospederos en el primer día del Nuevo Año. Después de volver a felicitarse procedieron a hacer el desayuno. Había unos sopes comprados en el vecindario varios días antes, que se calentaron en el horno de microondas. Se refrieron y apachurraron en aceite de oliva unos frijoles; también pasaron por la sartén tiritas del pavo ya semanario.  Sopes de maíz, frijoles de base, pavo como sustancia y bañados con salsa verde mexicana de supermercado; finalmente se rociaron con quesito parmesano. Mientras tanto, se había alistado el café para acompañarlos, pero entonces el hijo cincuentón preguntó:

- ¿No quedó champañita para los sopes?
 
Claro que había quedado de la noche y los padres se adhirieron gustosos a la solicitud del joven. El champán es una bebida universal en lo geográfico y en lo gastronómico; va con todo y siempre. ¡Salud!