Acerca de mí

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Soy Rogelio Macías-Sánchez, de tantos años ya, que se me permite no decir cuántos. Soy mexicano y vivo en México país, médico cirujano de profesión, neurocirujano y neurólogo de especialidad. Ahora y por edad, soy neurólogo y neurocirujano en retiro. Soy maestro de mi especialidad en la Facultad de Medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y un entusiasta de la difusión de la ciencia a la comunidad. Pero eso no es toda mi vida. Soy un amante fervoroso de la música clásica, actividad que fomento desde mi infancia. La vivo intensamente y procuro compartirla. Soy diletante en vivo y mucho disfruto, de la música grabada, mejor cuando es en compañía de almas gemelas para esto. Finalmente, amo la vida y la disfruto. Parte de ello es comer bien y beber mejor, es decir, moderado pero excelente. De aquí mi afición a los vinos y las cavas. Los conozco, los disfruto y me entusiasma compartir lo que conozco y lo que me gusta. Esta página pretende abrir una comunicación sobre los vinos, la música clásica y la neurología para profanos. Si es socorrida, el mérito será de ustedes. Diciembre de 2022

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jueves, 18 de agosto de 2022

INTERMEZZO 39. VEGETALIA DESDE VERACRUZ.




Para salir de casa a caminar por la colonia y sus alrededores hay que cruzar, obligada y afortunadamente, el parque comunitario, bello y acogedor a pesar de su extensión.




Ahí aparecen los enormes troncos de árboles que pretenden alcanzar el cielo , ...







... tímidos mininos que no nos quitan la vista, ...








... espléndidas rosas y ...







... vegetalia aérea.




Saliendo de la colonia, en la selva...
















Bardas de fincas en la selva ...




















... y más verde ...














              
          ... y rojo también.









Regresando al parque comunitario, se retoma la belleza de la vegetación en sus orillas, en las aceras de sus calles o en los jardines de las casas...







Pero es gran experiencia terminar el paseo frente a “nuestro volcán”.





lunes, 15 de agosto de 2022

EXPERIENCIAS DE VIDA CON EL QUIJOTE.

Miguel de Cervantes Saavedra
1547 - 1616








El pasado lunes 1 de agosto terminé, por novena ocasión en mi vida, la lectura de la inmortal novela EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA de Miguel de Cervantes Saavedra, en sus dos partes y en su versión textual original del hermoso castellano del siglo XVII. 


Mi primer Quijote





La vez primera fue en enero de 1951 en una buena edición comercial mexicana que me regaló en Navidad mi prima Rebeca Aurora, mayor que yo quince años y en parte responsable de mi buena educación en la cultura. Mi lectura novena la hice en un dispositivo electrónico, Kindle, pero para el capítulo final regresé a mi primer libro, ya muy ajado pero presente para despedir al Quijote después de setenta y dos años. En ese momento caí en sentimientos infinitos de gratitud para Don Quijote, Sancho Panza y su creador, Don Miguel de Cervantes Saavedra; no sé para quien de los tres fue mayor.

Picasso: Don Quijote y Sancho Panza






Nueve lecturas en setenta y dos años se hacen una cada ocho y la verdad es que así fue de puntual sin habérmelo propuesto nunca; los intervalos, más o menos, fueron uniformes. No recuerdo nunca que hayan sido significativamente más breves o más largos. Tomaba los libros cuando me sentía en disposición y con gana de hacerlo. Nunca dejé una lectura a medias, nunca me defraudó alguna, siempre fueron graves lecciones de vida y fuentes de gran felicidad. Cada lectura fue lenta, de un par de meses para sus ciento y veintiséis capítulos. Si se me suman ocho años en progresión aritmética a partir de los trece, cada lectura corresponde a un momento más o menos significativo en la historia de mi vida. Ahora tengo ochenta y cinco años y no habrá décima lectura. Me he deshecho de varias ediciones del Quijote, algunas monumentales que se leyeron en atril; sólo conservaré la primera, la que tuve en diciembre de 1950; la de Kindle está en la nube.

De las experiencias vitales a las que se refiere el título de esta entrega ninguna tiene que ver con la locura de Don Quijote, tema que ya discutí en este blog con fechas 24 de agosto de 2020 y 31 de mayo de 2021.
"... y así del poco dormir y del mucho
 leer  se le secó el cerebro de manera,
que vino a perder el juicio
".









Alonso Quijano, Don Quijote de la Mancha, nunca ha estado loco; lleva siglos de tomarnos el pelo para denunciar, desde una tribuna universal y perdurable, las injusticias, torpezas y sinsabores de una gran sociedad enferma que con el tiempo va empeorando; las denuncias y reflexiones siguen vigentes, así como las desesperanzas.


Las experiencias vitales de la obra para mí consisten en que a lo largo de toda la novela y hasta el momento de la muerte de Alonso Quijano, como lector adopto, en forma alterna o sucesiva, el pensamiento y convicción de alguno de los tres personajes de la novela: Don Quijote de la Mancha, Sancho Panza o Don Miguel de Cervantes, que los tres son protagonistas y juegan los grandes papeles de cordura, inteligencia, bondad y buena fe; ésta llega a caer en la inocencia, es cierto. Se disfruta y se padece con ellos, se acuerda y desacuerda también, se vive en La Mancha, que es el mundo entero, y en el siglo XVII, que es el siempre de la humanidad. Ha sido mi experiencia, repetida nueve veces con los matices de mi edad en cada una, de lo que no me arrepiento; es más, me enorgullezco de ello, como también sé que no se volverá a dar.




Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, Sancho Panza:

¡Gracias por haber existido y seguir siendo!