Acerca de mí
- Rogelio Macías Sánchez
- Soy Rogelio Macías-Sánchez, de tantos años ya, que se me permite no decir cuántos. Soy mexicano y vivo en México país, médico cirujano de profesión, neurocirujano y neurólogo de especialidad. Ahora y por edad, soy neurólogo y neurocirujano en retiro. Soy maestro de mi especialidad en la Facultad de Medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y un entusiasta de la difusión de la ciencia a la comunidad. Pero eso no es toda mi vida. Soy un amante fervoroso de la música clásica, actividad que fomento desde mi infancia. La vivo intensamente y procuro compartirla. Soy diletante en vivo y mucho disfruto, de la música grabada, mejor cuando es en compañía de almas gemelas para esto. Finalmente, amo la vida y la disfruto. Parte de ello es comer bien y beber mejor, es decir, moderado pero excelente. De aquí mi afición a los vinos y las cavas. Los conozco, los disfruto y me entusiasma compartir lo que conozco y lo que me gusta. Esta página pretende abrir una comunicación sobre los vinos, la música clásica y la neurología para profanos. Si es socorrida, el mérito será de ustedes. Diciembre de 2022
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jueves, 26 de agosto de 2021
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lunes, 23 de agosto de 2021
DEL VINO, LOS ÁRABES, LOS MUSULMANES Y EL ISLAM
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Mahoma (Meca 570 - Medina 632) |
En varias entradas, por lo menos dos, me he referido a la historia del consumo del vino en la humanidad, el que seguramente data de muchos miles de años, sin que haya indicadores objetivos de cuando fue.
Las primeras evidencias de vinificación para consumo masivo por una población datan de ocho mil años y están en el Cáucaso, en los límites de la actuales repúblicas de Georgia y Armenia. De ahí, su cultivo, vinificación y consumo se extendieron a todo el mundo a través de rutas comerciales y conquistas militares.
Las primeras regiones en
adoptarlo fueron las vecinas, por supuesto, donde ahora se asientan Irán, Irak,
Siria, los países de la península arábiga y Egipto. De este último se
sabe, por evidencias definitivas, de su producción y consumo popular desde hace
unos seis mil años. A la China lejana llegó hace unos cuatro mil y tardó
bastante todavía en cruzar a Europa, primeramente a través de Grecia y apenas hace
poco más de dos mil años a toda ella, llevado por las conquistas romanas, a las
que se unían los primeros cristianos. Pero para el año quinientos, el vino se
producía y consumía con generosidad en toda la península arábiga.
Las mil y una noches es una recopilación medieval de cuentos tradicionales del Oriente Medio. Muchos son de contenido erótico y hay narraciones de aventuras de Aladino, Alí Babá y Simbad el marino. Quienes hemos tenido la fortuna de leerlo, nos topamos con frecuencia que, asociadas al erotismo de muchos cuentos, aparecen frases y poemas enteros de alabanza al vino y su consumo, así como también narraciones de tremendas borracheras.
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Omar Khayyam (1048–1131) |
De Omar Khayyam, persa y de religión musulmana, matemático, astrónomo y poeta, sus poemas hablan de las cosas buenas de la vida, del amor, de los placeres terrenales, del vino; pero si uno ahonda un poco más, se encuentra con una profunda reflexión sobre la existencia humana, sobre la religión, el universo y la naturaleza.
El vino no le era extraño a
los árabes ni a los musulmanes, pero ahora sabemos que los árabes, los musulmanes y los islamistas, no toman bebida
alguna que contenga alcohol, aunque también se sabe que muchos hacen trampa en
sus países. ¿De dónde viene esta prohibición, severamente acatada en esos
grupos de población humana? Aclaremos primeramente definiciones y conceptos,
que no es lo mismo árabe que musulmán o
islamista.
El término árabe
se utiliza para referirse a todas las personas que nacen en países en donde el árabe es la lengua oficial, independientemente de su religión o ideas políticas. Se trata de una palabra que designa a un grupo
etnolingüístico. O sea
que puede haber árabes cristianos, musulmanes o ateos. El hecho de haber nacido en un país árabe no los obliga a
practicar un dogma ni los convierte en conservadores. Originalmente, sólo
eran considerados árabes aquellos que nacieran en la Península Arábiga,
pero desde el siglo VIII este idioma se ha extendido a diversas partes del
mundo, como Medio Oriente y el norte de África.
Musulmán es un término religioso. Se le llama
musulmán a todo aquel que practica el Islam y basa sus creencias en El Corán. Pero ojo: ser musulmán no implica ser
fanático y mucho menos terrorista. Hay poblaciones musulmanas en
Europa y en América; las costumbres de los fieles cambian según el país
de origen, la raza o incluso la condición social. Actualmente existen
alrededor de mil 600 millones de musulmanes en el mundo, pero sólo el 20
por ciento de ellos son árabes. Todos creen en Alá como ser supremo.
Islamista es un
término político. Se utiliza para referirse a aquella persona, musulmana o no, que promueve la adaptación de la vida
política, cultural y económica del mundo a los mandatos del Corán.
Veamos las combinaciones que se dan en el mundo actual.
Irán NO es un país árabe, es un país musulmán e islamista. Arabia Saudita es un
país árabe, musulmán e islamista. Turquía NO es un país árabe, es un país
musulmán y NO es islamista; es más, en su territorio hay un millón de hectáreas
destinadas a viñedos.
Mahoma o Muhammad (Meca, 570 – Medina, 632) es considerado
por los musulmanes como el último y más importante de los profetas,
“sello” del mensaje revelado desde Abraham a través de figuras como Moisés o
Jesús. Mahoma fue el fundador explicito de la religión musulmana, el Islam, y
sus preceptos están claramente expresados en el Corán, libro sagrado de esa
religión, que, según dicen, no ha sido modificado ni en un verso de lo dictado por Mahoma.
Ahora, unas citas textuales del Profeta que prohíben
el consumo de vino:
“Los embriagantes, los juegos de azar, las prácticas
idólatras y la adivinación del futuro no son sino una abominación, obra de
Satán: ¡Evitadlos, pues, para que así alcancéis la felicidad!
“Si una gran cantidad de cualquier cosa causara
embriaguez, entonces una pequeña cantidad de ello estaría prohibida".
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El Corán |
"La ira de Dios recae sobre diez tipos de
personas que tienen relación con el alcohol: el que lo destila, aquella persona
para la que se ha destilado, quien lo bebe, el que lo transporta, la persona
para la que ha sido transportado, quien lo sirve, quien lo vende, quien utiliza
el dinero producido por él, quien lo compra y quien lo compra para otra
persona"
“El
demonio busca introducir entre vosotros los gérmenes de la discordia creando
enemistad y rencor a través del vino y el juego de azar, para que abandonéis la
evocación de Allah”
Y así se prohibió para siempre el consumir vino para
los musulmanes; los países islamitas aplican esta prohibición como ley nacional
y en ellos no se producen bebidas alcohólicas, no se importan y no se venden.
Se castiga a quien lo haga. Pero países islamitas hay en los que se puede hacer
trampa, conseguirlas y beberlas.
A lo largo de la historia, esto ha dado lugar a
conflictos diplomáticos. Uno reciente, de este milenio ocurrió en Francia
cuando se programó una cena de gala para clausurar una visita del presidente de
Irán. Los iraníes pidieron con tiempo que no se sirvieran bebidas alcohólicas
durante ella. La secretaría de relaciones de Francia contestó que una cena en
la que se ofrecerían los platillos más selectos de la cocina francesa, no podía
ser sin vino. Los iraníes cancelaron la cena y abandonaron el país.