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Soy Rogelio Macías-Sánchez, de tantos años ya, que se me permite no decir cuántos. Soy mexicano y vivo en México país, médico cirujano de profesión, neurocirujano y neurólogo de especialidad. Ahora y por edad, soy neurólogo y neurocirujano en retiro. Soy maestro de mi especialidad en la Facultad de Medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y un entusiasta de la difusión de la ciencia a la comunidad. Pero eso no es toda mi vida. Soy un amante fervoroso de la música clásica, actividad que fomento desde mi infancia. La vivo intensamente y procuro compartirla. Soy diletante en vivo y mucho disfruto, de la música grabada, mejor cuando es en compañía de almas gemelas para esto. Finalmente, amo la vida y la disfruto. Parte de ello es comer bien y beber mejor, es decir, moderado pero excelente. De aquí mi afición a los vinos y las cavas. Los conozco, los disfruto y me entusiasma compartir lo que conozco y lo que me gusta. Esta página pretende abrir una comunicación sobre los vinos, la música clásica y la neurología para profanos. Si es socorrida, el mérito será de ustedes. Diciembre de 2022

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lunes, 10 de febrero de 2025

LA PRESIÓN ARTERIAL Y EL CEREBRO


Esquema de la circulación sanguínea general
En rojo, la circulación izquierda con sangre
arterial. En azul, la circulación derecha con
sangre venosa.



La presión arterial o tensión arterial (TA) es la fuerza con que el corazón, que es un órgano muscular contráctil de actividad espontánea y rítmica, desplaza volúmenes de sangre a todo el cuerpo, abasteciéndolo de oxígeno, nutrientes y otras muchas sustancias con funciones específicas. También recoge, para su desecho, bióxido de carbono y sustancias ya no útiles a los tejidos humanos, catabolitos. Esta es una función que empieza desde los primeros días de vida de un embrión humano y cesa con la muerte.

Esta función del corazón de crear la tensión arterial, es compleja en su mecanismo de producción, ya que intervienen por lo menos dos funciones diferentes: el empuje de la fuerza del corazón cuando se contrae y la resistencia al tránsito de la sangre que ofrecen los vasos sanguíneos, en particular las arterias. Si aumenta la fuerza de contracción del corazón y/o aumenta la resistencia al paso de sangre por contracción de las arterias y la consecuente reducción de su calibre, aumenta la presión arterial, lo que mejora la perfusión sanguínea de los tejidos, pero puede provocar una hemorragia cerebral.
















Infarto cerebral, la mancha café a la izquierda,
por hipotensión arterial inducida por un
tratamiento para bajar la presión arterial.



Si por el contrario, disminuye la presión arterial por disminución de la fuerza contráctil del corazón o por dilatación anormal de las arterias, puede bajar la presión arterial en forma severa con el riesgo de un infarto cerebral. Tan malo el pinto como el colorado.Y esto puede ser por el tratamiento médico severo y no juicioso de la hipertensión arterial.

El tratamiento de la hipertensión arterial no es asunto fácil y requiere, para ser bueno y con los menores riesgos posibles, de médicos muy juiciosos.