Eduardo Galeano (1940 – 2015)
LAS NOVIAS PASADAS...
Las novias pasadas son copas vacías;
en ella pusimos un poco de amor;
el néctar tomamos…huyeron los días…
¡Traed otras copas con nuevo licor!
Champán son las rubias de cutis de azalia;
borgoña los labios de vivo carmín;
los ojos oscuros son vino de Italia,
los verdes y claros son vino del Rhin.
Las bocas de grana son húmedas fresas;
las negras pupilas escancian café;
son ojos azules las llamas traviesas
que trémulas corren como almas del té.
La copa se apura, la dicha se agota;
de un sorbo tomamos mujer y licor…
Dejemos las copas…Sí queda una gota,
¡Que beba el lacato las heces del amor!
Manuel Gutiérrez Nájera (1859 - 1895)
MUJER Y VINO
Tú, mujer, como el vino,
racimo desprendido,
fresco y puro.
Tú, exquisitez,
vendimia,
fermento de emoción
sobre la piel dormida.
Tú, añeja en la
virtud,
fresca en la esencia,
manjar azucarado,
uva de dioses
que en los labios contienes
pasión enajenada
con supremo delirio.
Tu mujer, como
el vino,
¡delirio y elocuencia!
Fernando Cely Herrán (1957)
Quiero beber el vino de tu
copa,
para sentir en mis labios
el calor que has dejado en ella,
quisiera ser gitana
para adivinar tus pensamientos,
al ingerir el contenido del cristal
que has llevado a tu boca.
Me gustaría ser el vino tinto
que has bebido y entrar
a través de tu boca,
recorrer por dentro las paredes
de tu cuerpo,
y sentir que te pertenezco
como la sangre de tus venas,
Ojalá estuviera en tu corazón
para saber del sentimiento
que guardas por mí,
de la pasión que hay en tu cuerpo
cuando me acercas a tu pecho,
del temblor que recorre tu espalda
cuando me besas en la boca
y del amor que te llena todo,
cual fuego de volcán encendido
al hacer conmigo del amor,
algo sublime que te llena todo
de pasión y felicidad eterna.
Lou C
El vino es mujer, por ese
color apasionado que lo envuelve.
El vino es mujer, porque se
sirve en una copa, porque simula su seno tendido sobre la cama.
El vino es mujer, porque
tiene misterio, es enigmático y se deja descubrir de a poco.
El vino es mujer, porque su
sabor tiene matices, al igual que cada región de su piel.
El vino es mujer y con ella
me embriago, hasta más no poder.
Miguel A. Benítez Y