Bella portada, mala época para las camelinas.
De mis hongos.
Nunca averiguaré si son comestibles.
Los colores de la flor son por contraluz
¡Campamocha fracasada!
Bella portada, mala época para las camelinas.
De mis hongos.
Nunca averiguaré si son comestibles.
Los colores de la flor son por contraluz
¡Campamocha fracasada!
Gnosia es la capacidad de RECONOCER, es decir, identificar,
clasificar y darle sentido y localización a los ítems recogidos por los
sentidos, todos y cualquiera, no sólo los cinco tradicionalmente reconocidos.
Requiere aprendizaje y memoria. Su falla se llama agnosia
Praxia es SABER HACER. La
raíz etimológica de praxia es griega y significa llevar a cabo. Requiere
aprendizaje y memoria. Su falla se llama apraxia.
Memoria
es la capacidad de almacenar información procesada,
indexarla y llamarla cuando se requiera. Su falla se llama amnesia.
Inteligencia implica la posesión de un
sistema complejo de respuestas apropiadas al medio cambiante, la capacidad de
improvisar. Dicho sistema debe de
tener la capacidad de aprender.
Lenguaje es la capacidad de convertir palabras en
ideas e ideas en palabras. Puede ser oral o escrito. Somos muchos quienes
opinamos que esta es la función príncipe de la cognición humana, la que ha
permitido el desarrollo exponencial de la especie comparado con el de todas
las otras especies animales. También requiere aprendizaje y memoria. Su falla se llama afasia.
Ansiedad arriba -- Depresión abajo |
De menor trascendencia es el estado de ánimo, que es una actitud o disposición en la vida emocional. No es una situación emocional transitoria; es un estado, una forma de permanecer, de estar, cuya duración es prolongada y destiñe sobre el resto del mundo psíquico. Sus fallas son ansiedad y depresión.
Todo esto se consuma sobre
una base de conciencia, de estar despierto, de estar alerta, que es
también una función reconocible y mesurable del sistema nervioso y de la que
también se conocen sus localizaciones
funcionales, las que no residen en la corteza cerebral, sino en estructuras
profundas del cerebro y el tronco cerebral.
Todos estos, trabajando en armonía, constituyen la COGNICIÓN, función que muchos extrañamos seguir llamando mente o pensamiento.
Ahora bien, todo esto, como un todo, puede
darse mal, hasta el grado de constituirse en un síndrome, condición clínica anormal y compleja, que suele ser el
indicador de una enfermedad grave de fondo; se llama DEMENCIA. Es la manifestación
de enfermedad de la función cognitiva y para afirmarla se requiere de falla de
por lo menos dos de los elementos constitutivos primarios de la cognición.
El identificar DEMENCIA en una persona no es
suficiente para establecer un tratamiento, cualquiera que sea; hay que buscar
la causa. Hay varias, no muchísimas, pero suficientes como para constituirse en
verdadero reto de la capacidad de un médico. Hay causas neurodegenerativas,
como la Enfermedad de Alzheimer; por falla en la circulación sanguínea del
cerebro, como la demencia vascular; por infección del cerebro por el VIH, virus responsable de la inmunodeficiencia humana (SIDA) y varias más. Hay
enfermedades que simulan demencia y no lo son; son curables, como la hidrocefalia
normotensa, algunos tumores benignos dentro del cráneo, algunas carencias vitamínicas
crónicas y hasta la depresión.
Hasta aquí por hoy. En otra entrada diré, en extenso, de las causas de demencia.