Acerca de mí

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Soy Rogelio Macías-Sánchez, de tantos años ya, que se me permite no decir cuántos. Soy mexicano y vivo en México país, médico cirujano de profesión, neurocirujano y neurólogo de especialidad. Ahora y por edad, soy neurólogo y neurocirujano en retiro. Soy maestro de mi especialidad en la Facultad de Medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y un entusiasta de la difusión de la ciencia a la comunidad. Pero eso no es toda mi vida. Soy un amante fervoroso de la música clásica, actividad que fomento desde mi infancia. La vivo intensamente y procuro compartirla. Soy diletante en vivo y mucho disfruto, de la música grabada, mejor cuando es en compañía de almas gemelas para esto. Finalmente, amo la vida y la disfruto. Parte de ello es comer bien y beber mejor, es decir, moderado pero excelente. De aquí mi afición a los vinos y las cavas. Los conozco, los disfruto y me entusiasma compartir lo que conozco y lo que me gusta. Esta página pretende abrir una comunicación sobre los vinos, la música clásica y la neurología para profanos. Si es socorrida, el mérito será de ustedes. Diciembre de 2022

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jueves, 6 de febrero de 2025

INTERMEZZO 97. REVISITANDO AL MAR EN BOCA DEL RÍO.



      Mujer que contempla y ama al mar océano




Yo soy terrícola, pero amo inmensamente al mar. Lo conocí a los diez años de edad en el Puerto de Veracruz, en su tradicional playa popular, Villa del Mar, y después estuve por horas o pocos días en otras playas mexicanas. Pero mi convivencia íntima e intensa con el mar ocurrió en los años de 1959 y 1960, cuando durante seis meses viví en Isla Holbox, del entonces territorio de Quintana Roo, prestando mi servicio social como pasante de medicina al término de mi carrera de médico cirujano en la UNAM; yo soy “Puma”. Eso fue una experiencia vital inmensa que me terminó de formar como hombre social. Después he visitado el mar como turista en mi país y fuera de él y sigue marcando mi vida con su belleza y trascendencia, siempre distintas. Ahora lo visito en Boca del Río, pocos días una o dos veces al año; me queda cerca. La última vez, la semana pasada. Nada más que decir, sólo imágenes que me parecen bellas.































lunes, 3 de febrero de 2025

HISTORIA CLÍNICA

 



Esta entrada consiste sólo en publicar un pasaje de mi historia médica, el más grave de mi vida, que me tuvo en trance, no de morir, sí de quedar inválido, paralítico de las dos piernas para siempre. Cuando salí adelante con una recuperación total, versifiqué la historia de esa enfermedad y la ofrecí a quienes estuvieron cerca de mí en tan difícil trance: familiares, médicos y amigos. Ahora la comparto con ustedes, que son mi familia grande.  Dice así:



                     HISTORIA CLÍNICA

 

Tengo un cancerito sangrón

                 Que jamás me ha molestado 

                 Y que nunca se ha mostrado

                 A la cara de un doctor  

                                          patólogo                            


  No supe como empezó

  Que quisimos encontrarlo 

  Decían que era necesario 

                   Siendo primero un doctor 

                                                                   urólogo


Y tanto se le insistió

Que aburrido al fin un día

Decidió que ya saldría

Por la luz que dio un doctor

                                                           del laboratorio

                  

                        El malvado se mostró

                  Pero no fue suficiente

                  Dieron el paso siguiente

                  Pidiéndoselo a un doctor

                            radiólogo.


                       Él los medios ajustó

                  Y por no hacerme sufrir

                  Pidió ayuda en tal lid

A un amigo y buen doctor

                                                   anestesiólogo.


Cambiando como la flora

E ignorándose el motivo

Ahora fue negativo

Para la sabia doctora 

                                 patóloga.    


"No cometamos error

Será mejor esperar

Ya aparecerá el mal"

Así lo dijo el doctor

                                                   urólogo.


No esperó mucho y arribó

La mala fortuna ahora

Que obligó sin más demora

A que operará el doctor

                                                 urólogo.


Otra vez a la palestra

El dormir, el operar

Y al microscopio observar

Buscando alguna respuesta

                                               pero se aguó la fiesta.


De taparse fue la hora

La infección se hizo presente

Y hubo de llegar urgente

Al rescate una doctora

                               infectóloga.


Un colega de la India

En esto mucho ayudó

Mandó su docta opinión

Muy pronto y sin desidia

                               es ortopedista.


Sanar llevó más de un año

Pero sólo la infección

Quedándome en aflicción

Por lo otro de mi daño

                       el cancerito huraño.


Anualmente revisión

Con laboratorio al canto

Esperando ver en cuanto

Va creciendo la lesión

                                     el tumor.


Ahora ya se activó

A los siete años de espera

Apareció en la probeta

Y en el dedo del doctor

                                  urólogo.


No se le podía dejar

Seguir ahí tan tranquilo

Había que tomarlo en vilo

Y sacarlo del lugar

                                 operar.


No es fácil la radical

Y con riesgos que correr

Mejor será suspender

Su combustible vital

                   estrategia elemental.


Una mañana sin sol

El cirujano avezado

Mis testes los ha mandado

A la mesa del doctor

                                  patólogo.


"Aquí no hay enfermedad

Y lo digo sin reserva

Incluso bien que se observan

Rasgos de fertilidad"

                                ¡que inutilidad!


"Cancerito" es así

Insiste en más no mostrarse

Prefiere quieto quedarse

Sin darle a esta historia un FIN.




Rogelio Macías Sánchez

diciembre del 2019