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Soy Rogelio Macías-Sánchez, de tantos años ya, que se me permite no decir cuántos. Soy mexicano y vivo en México país, médico cirujano de profesión, neurocirujano y neurólogo de especialidad. Ahora y por edad, soy neurólogo y neurocirujano en retiro. Soy maestro de mi especialidad en la Facultad de Medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y un entusiasta de la difusión de la ciencia a la comunidad. Pero eso no es toda mi vida. Soy un amante fervoroso de la música clásica, actividad que fomento desde mi infancia. La vivo intensamente y procuro compartirla. Soy diletante en vivo y mucho disfruto, de la música grabada, mejor cuando es en compañía de almas gemelas para esto. Finalmente, amo la vida y la disfruto. Parte de ello es comer bien y beber mejor, es decir, moderado pero excelente. De aquí mi afición a los vinos y las cavas. Los conozco, los disfruto y me entusiasma compartir lo que conozco y lo que me gusta. Esta página pretende abrir una comunicación sobre los vinos, la música clásica y la neurología para profanos. Si es socorrida, el mérito será de ustedes. Diciembre de 2022

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lunes, 22 de julio de 2024

DEL MARIDAJE DE LOS VINOS Y LA COMIDA MEXICANA.


El término "maridaje" en español se origina del verbo "maridar", que la Academia de la Lengua define como Enlace, unión y conformidad de los casados, y como sinónimos se sugiere: mezcla, unión, correspondencia, concordancia, conformidad; es decir, como que el término aplica a entidades concretas o abstractas que, siendo distintas, se llevan bien; es bueno que vayan juntas. Esto tiene un campo de aplicación para muchísimos sujetos, pero el único que yo conozco es el del mundo de los vinos; nunca he escuchado o leído que Juan y Petra se vayan a maridar. 



Cuando alguien se inicia en el mundo de los vinos, la enología, necesariamente debe enterarse del mundo de la gastronomía en general, pues el vino no se suele tomar solo, casi siempre acompaña a comidas, botanas ricas y postres; son muy raros los borrachos de sólo vino, pero los hay.



Lo primero que uno aprende o le enseñan al entrar a esos mundos del maridaje, es que los vinos tintos van con las carnes rojas, de res, cerdo, cordero y otras por el estilo; y que los blancos van con las carnes blancas, de pescado y mariscos, pollo y conejo y cualquier otra que sea más blanca que roja. El vino rosado yo lo recomiendo para postres y tanto mejor cuanto más sofisticados sean estos y el vino también; para nada más.

Pero bueno, hemos creado la entrada de hoy para hablar de un tema especializado, poco abordado y menos conocido, incluso por los sommeliers profesionales, que es el maridaje de vinos con la comida mexicana. Este tema, de entrada, suena raro y hay quienes, también de entrada, lo niegan y no quieren saber de él; pero también habemos a quienes nos entusiasma, lo aplicamos en nuestras experiencias personales y lo compartimos con terceros, como es el caso de hoy.

Es opinión común que la comida mexicana, si ha de acompañarse de bebida espirituosa, sea con cerveza o pulque. Estos maridajes han demostrado su bondad a lo largo de muchos años, pero eso no debe excluir la posibilidad de hacerlos con vino. Salen pues, nuestras experiencias y opiniones.


1. El mole. La mayoría de los moles, que hay una gran variedad en México, requieren de varios chiles, especias y muchos otros ingredientes para darles personalidad, lo que hace difícil la elección de un vino que no pierda sus cualidades frente a un platillo con tantos condimentos.
Es pues recomendable un vino de crianza con varios años de añejado en barrica, con cuerpo y aroma intensos para estar al nivel del suculento platillo mexicano. Los vinos de uva Tempranillo, Pinot Noir y Cabernet Sauvignon son recomendables.


2. Barbacoa. Los tacos de barbacoa van en forma magnífica con vinos de uva Merlot o Cabernet Sauvignon. Pero ha de ser una buena barbacoa.

3. Marinerías mexicanas. Platillos como el ceviche, cocteles de camarón o trucha condimentada, que suelen llevar limón en su preparación, van bien con vinos blancos con cierta acidez, como los de uvas Sauvignon Blanc y Chenin Blanc.








4. Chiles en nogada. Finalmente, mi platillo mexicano favorito, los chiles en nogada. Un platillo tan complejo requiere de vinos complejos, acidillos y de claro sabor frutal. Pero yo ya no sufro con mi elección; lo que recomiendo, más que ninguna otra cosa para los chiles en nogada, es champaña semi seca, demi sec, bien fría pero no a punto de congelación. Puede ser francesa, estadounidense, chilena o mexicana, pero que sea de buena calidad.



Abur...

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A propósito del tema de la comida mexicana y el vino, recomiendo leer en este blog la entrada del 14 de marzo de 2022, que lleva por título: "¿No quedó champañita para los sopes?