El Sistema Nervioso de los humanos, como todas las estructuras funcionales complejas del organismo de los animales vertebrados, es susceptible de enfermarse y de enfermarse aún antes de nacer, antes de la eclosión del huevo fecundado que lo guareció y permitió su desarrollo hasta un estado de madurez que le permita vivir fuera del organismo materno. Estas enfermedades, lo que provocan es un desarrollo anormal de las estructuras que enferman, lo que acarrea un trastorno funcional; no trabajan bien o simplemente no funcionan. Estas enfermedades son las que llamamos Malformaciones congénitas del sistema nervioso; se nace con ellas y afectan el Sistema Nervioso Central, es decir, el encéfalo y/o la médula espinal.
Se invocan varias causas posibles: alteraciones del genoma, que es el conjunto completo del material genético de un organismo, que contiene toda la información necesaria para que una persona pueda crecer y desarrollarse. También, deficiencias nutricionales, particularmente aquellas asociadas a carencias del complejo vitamínico B (B9) y otras.
Son varias las malformaciones congénitas del sistema nervioso, pero hoy me referiré solamente a la más frecuente, la Espina bífida, nombre que comprende varias enfermedades dependiendo de si el daño afecta solamente a las vértebras, a las vértebras y las meninges, que son las cubiertas blandas de la médula espinal o incluye también a la médula misma, con gravísima incapacidad funcional y riesgo de muerte. El nivel más frecuentemente afectado es el lumbar, el más bajo de la columna vertebral.
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Espina bífida oculta |
Radiografía simple de la columna lumbosacra que muestra que las vértebras quinta lumbar y sacras no se cerraron en su arco posterior.
Esto puede ser el único daño y no tener síntomas el enfermo.
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Meningocele lumbosacro |
Hay defecto de cierre de los arcos vertebrales posteriores, pero las meninges, el tejido nervioso y la piel son normales. No hay trastorno funcional.
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Mielomeningocele lumbosacro |
Hay defecto de cierre de los arcos vertebrales lumbosacros, de las meninges y del tejido nervioso, que no se desarrolló. Hay deformidad y parálisis de los miembros inferiores, anestesia de los mismos e incontinencia vesical y rectal.El riesgo de infección del sistema nervioso es muy alto y con ello la mortalidad temprana también.