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Soy Rogelio Macías-Sánchez, de tantos años ya, que se me permite no decir cuántos. Soy mexicano y vivo en México país, médico cirujano de profesión, neurocirujano y neurólogo de especialidad. Ahora y por edad, soy neurólogo y neurocirujano en retiro. Soy maestro de mi especialidad en la Facultad de Medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y un entusiasta de la difusión de la ciencia a la comunidad. Pero eso no es toda mi vida. Soy un amante fervoroso de la música clásica, actividad que fomento desde mi infancia. La vivo intensamente y procuro compartirla. Soy diletante en vivo y mucho disfruto, de la música grabada, mejor cuando es en compañía de almas gemelas para esto. Finalmente, amo la vida y la disfruto. Parte de ello es comer bien y beber mejor, es decir, moderado pero excelente. De aquí mi afición a los vinos y las cavas. Los conozco, los disfruto y me entusiasma compartir lo que conozco y lo que me gusta. Esta página pretende abrir una comunicación sobre los vinos, la música clásica y la neurología para profanos. Si es socorrida, el mérito será de ustedes. Diciembre de 2022

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lunes, 18 de enero de 2021

¿CÓMO SE EXPRESA EL SISTEMA NERVIOSO CUANDO SE ENFERMA?

 

El sistema nervioso (SN) está constituido por un conjunto de estructuras del mismo origen embrionario (el ectodermo) y un solo tejido (el nervioso), que cumplen, actuando como un todo sincrónico, la función de relación.

La función de relación, que a partir de este punto llamaremos solo RELACIÓN, es el proceso por el cual los animales se vinculan con todo aquello que no es ellos, lo que se conoce como MEDIO AMBIENTE. Aunque está función se da en todos los individuos del reino taxonómico Animalia (animales), en esta entrada me referiré sólo a lo que ocurre en el vertebrado mamífero Homo sapiens, es decir, nosotros los humanos actuales.

El tejido nervioso está constituido, básicamente, por dos tipos de células: NEURONAS, las que fundamentalmente son las que cumplen la RELACIÓN, y las gliales, que cumplen acciones de soporte, nutrición y auxilio funcional a las neuronas. No se sabe cuántas células hay en la totalidad del sistema nervioso, pero un cálculo bajo sugiere que son cien mil millones de neuronas (100,000,000,000) y diez veces más de células gliales, todas convocadas a la función única de la RELACIÓN.

Esta función puede desmenuzarse en los siguientes elementos:

Círculo virtuoso del funcionamiento del
Sistema Nervioso en su función de RELACIÓN

1. Receptores periféricos variados y especializados que recogen las señales de olor, luz, sonido, sabor, presión, dolor, posición relativa de los diferentes segmentos corporales y orientación en el espacio. Azul

2. Un cableado conductor aferente que lleva esas señales al Sistema Nervioso Central (SNC). Son los nervios periféricos sensitivos craneales y espinales. Los primeros las llevan al tronco encefálico y los segundos a la médula espinal. Azul

3. Un enorme conjunto de centros de procesamiento de la información, situados en el SNC, que reciben esta información, la analizan, clasifican, procesan (modifican), almacenan en parte (memoria) y generan una acción compleja consecuente. Estos están en la corteza cerebral y cerebelosa y en núcleos subcorticales de todo el encéfalo y la médula espinal. Gris

4. Un cableado conductor eferente transmite estas órdenes ejecutivas a los efectores finales. Son los nervios periféricos motores craneales y espinales. Los primeros parten del tronco encefálico y los segundos de la médula espinal. Rojo

5. Los efectores finales, que son los músculos (estriados o lisos) y las glándulas (de secreción externa o interna). El SN sólo puede expresarse por movimiento o por secreción glandular. Para fines de esta entrega, sólo nos ocuparemos de los efectores motores voluntarios, es decir, los músculos estriados. Rojo

6. La acción de estos últimos efectores sobre los receptores periféricos, aquellos por donde iniciamos esta relación. Estos estímulos continúan y repiten el ciclo funcional del SN, el cual no se suspende, nunca ni por mínimo tiempo, mientras estemos vivos. Blanco

Ahora bien, esta RELACIÓN se cumple por señales eléctricas de mayor o menor intensidad (voltaje), que son moduladas por sustancias químicas llamadas NEUROTRANSMISORES que facilitan o inhiben una acción determinada. Resulta entonces que una función, motora o sensitiva NORMAL, depende de la suma, aritmética o algebraica de esos factores. Bien, empecemos por los problemas de la

Función motora: Una enfermedad del sistema nervioso se manifiesta por parálisis (falta total de movimiento) o paresia (debilidad) de segmentos corporales, mayores o menores, según la localización y la magnitud de las lesiones de estructuras nerviosas motoras afectadas por la enfermedad. El trastorno de la función es por defecto.

Pero también puede ocurrir, y ocurre con frecuencia, que algunas estructuras nerviosas encargadas del movimiento estén enfermas de una condición que impide la acción de los factores inhibidores normales del movimiento; entonces, en vez de parálisis o paresia hay exceso de movimiento, movimientos anormales, como las convulsiones en la epilepsia o los temblores en la Enfermedad de Parkinson y otras, la corea, el hemibalismo, los tics y algunos más. En estos casos, el trastorno de la función es por exceso.

Función sensitiva: La función sensitiva no se puede agrupar en una sola, como la motora, pues son varias las funciones sensitivas: olfato, vista, audición, gusto, dolor y algunas otras. Ejemplificaremos con la vista, pero eso es aplicable a todas las otras formas.

Una enfermedad del sistema nervioso que afecte las vías ópticas, desde la retina en los ojos hasta la corteza cerebral en los lóbulos occipitales, puede provocar ceguera total o parcial. El trastorno de la función es por defecto.

Pero también puede ocurrir, y ocurre, que algunas estructuras nerviosas encargadas de la compleja función visual estén enfermas de una condición que impide la acción de los factores inhibidores normales de las imágenes visuales; entonces, en vez de ceguera se ve lo que no existe (alucinaciones visuales) o una imagen se percibe como lo que no es (ilusiones visuales). El trastorno de la función es por exceso y puede ocurrir en la epilepsia y en algunas enfermedades mentales, como la esquizofrenia.

Estas consideraciones se aplican a casi todas las formas de sensibilidad y así hay alucinaciones e ilusiones visuales auditivas, olfatorias, del tacto, de la orientación espacial.

Hasta aquí el mensaje que quiero compartir hoy. Si fuera necesario aclarar algunos conceptos aquí enunciados, recomiendo ir, en este blog, a las entradas del 13 de julio, 10 de agosto y 30 de noviembre del año pasado, el 2020.