Acerca de mí
- Rogelio Macías Sánchez
- Soy Rogelio Macías-Sánchez, de tantos años ya, que se me permite no decir cuántos. Soy mexicano y vivo en México país, médico cirujano de profesión, neurocirujano y neurólogo de especialidad. Ahora y por edad, soy neurólogo y neurocirujano en retiro. Soy maestro de mi especialidad en la Facultad de Medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y un entusiasta de la difusión de la ciencia a la comunidad. Pero eso no es toda mi vida. Soy un amante fervoroso de la música clásica, actividad que fomento desde mi infancia. La vivo intensamente y procuro compartirla. Soy diletante en vivo y mucho disfruto, de la música grabada, mejor cuando es en compañía de almas gemelas para esto. Finalmente, amo la vida y la disfruto. Parte de ello es comer bien y beber mejor, es decir, moderado pero excelente. De aquí mi afición a los vinos y las cavas. Los conozco, los disfruto y me entusiasma compartir lo que conozco y lo que me gusta. Esta página pretende abrir una comunicación sobre los vinos, la música clásica y la neurología para profanos. Si es socorrida, el mérito será de ustedes. Diciembre de 2022
Seguidores
jueves, 10 de julio de 2025
INTERMEZZO 104. ¡VERDE, QUE TE QUIERO VERDE!
lunes, 7 de julio de 2025
DIGAMOS DE DON JUAN... Segunda parte.
| Wolfgang Amadeus Mozart 1756 - 1791 |
Digamos ahora de la ópera Don Giovanni, de Wolfgang Amadeus Mozart, con libreto en italiano de Lorenzo da Ponte. Hay quien afirma que el máximo seductor del que se tiene noticia clara, Giacomo Girolamo Casanova, participó en la factura del libreto. ¡Muy bien!; si eso es verdad, participó con claro conocimiento de causa. Pero ahora se trata de decir de la música de la ópera.
Primero hay que decir que la ópera es TEATRO, dando a entender que lo que hay que decir, se canta. Hay escenografía, en ocasiones muy compleja, desplazamiento actoral, vestuario adecuado y ACTUACIÓN, que llega a incluir carreras, escenas de amor, espadazos y muerte, lo que es muy común. Cómo lo que tiene que decirse, se canta, requiere de una orquesta, que por momentos llega a alcanzar prioridad sobre las voces y la actuación teatral. Esto se consigue con una orquesta chica, pero una orquesta sinfónica. Hay escenarios grandes donde caben orquestas grandes, pero todas están escondidas; el público no ve a los músicos ni al director y se deja un espacio suficientemente amplio para el teatro.
La función de ópera del pasado 28 de junio se dio en la Sala Tlaqná, que no tiene foso de orquesta, con la Orquesta Sinfónica de Xalapa en el escenario principal, a la vista de todos, dejando un espacio mínimo para el elemento teatral. El director de escena, Arturo Sandoval León, hizo un trabajo extraordinario creando espacios actorales a los lados, atrás y arriba de la orquesta y en los pasillos del patio de butacas. Con vestimenta neutral, casi toda en negro con algunos toques blancos o rojos y con poco movimiento en el escaso espacio disponible, los cantantes-actores nos ofrecieron una buena velada teatral. Ellos fueron Angélica Alejandre, soprano; Jacinta Barbachano, soprano; Darenka Chávez, soprano; Edgar Villalva Arreola, tenor; Juan Carlos Heredia, barítono; Armando Gama, barítono; Alberto Albarrán, barítono y Jafet Maldonado Vargas, bajo barítono. Estuvo el Coro de la Universidad Veracruzana dirigida por el maestro Jorge Cózatl. En lo musical, este Don Giovanni fue magnífico bajo la dirección del maestro Martin Lebel.
Pero la estrella de Don Giovanni es la música de Mozart, verdadero sol del espíritu, que ilumina y calienta el alma con su lirismo tan penetrante, su armonía tan rica como perfecta y su ordenamiento tan cómodo para el público. Dura tres horas que se van como agua y se siente pena cuando termina. No es descriptible con el verbo.
| Escena final de Don Giovanni, en la que escoge parar en los infiernos y no arrepentirse de su vida disoluta. |
Así fue el pasado sábado 28 de junio, cuando a partir de las ocho de la noche, en la Sala Tlaqná en la ciudad de Xalapa, estuvimos en el último programa de temporada de la orquesta sinfónica de esa ciudad. Gracias.