Mujer que contempla y ama al mar océano |
Yo soy terrícola, pero amo inmensamente al mar. Lo conocí a los diez años de edad en el Puerto de Veracruz, en su tradicional playa popular, Villa del Mar, y después estuve por horas o pocos días en otras playas mexicanas. Pero mi convivencia íntima e intensa con el mar ocurrió en los años de 1959 y 1960, cuando durante seis meses viví en Isla Holbox, del entonces territorio de Quintana Roo, prestando mi servicio social como pasante de medicina al término de mi carrera de médico cirujano en la UNAM; yo soy “Puma”. Eso fue una experiencia vital inmensa que me terminó de formar como hombre social. Después he visitado el mar como turista en mi país y fuera de él y sigue marcando mi vida con su belleza y trascendencia, siempre distintas. Ahora lo visito en Boca del Río, pocos días una o dos veces al año; me queda cerca. La última vez, la semana pasada. Nada más que decir, sólo imágenes que me parecen bellas.
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