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Hermosa imagen compuesta de tractografías obtenidas por resonancia magnética, que muestra la complejidad de conexiones entre sólo algunas distintas áreas del encéfalo de un sujeto sano normal. |
En la entrada del 30 de mayo del año pasado, 2022, planteé que el concepto de los "cinco sentidos" de Aristóteles era obsoleto, aunque se siga usando en muchos medios, incluso científicos. La idea original de Aristóteles es extraordinaria y describe cinco sistemas sensitivos de que disponemos los humanos para recabar la información de fuera de nosotros, lo que nos permite ejercer la función de relación, función príncipe del sistema nervioso. Posteriormente se han agregado cuatro sentidos, que también son sistemas sensitivos que se organizan bajo el mismo orden anatómico y funcional que los cinco primeros y que es evidente que contribuyen, en igualdad de jerarquía, a la relación. Los nueve sentidos son, entonces, olfato, vista, gusto, oído, tacto, dolor, termoestesia (sensibilidad a las temperaturas), propiocepción (sensibilidad de la posición relativa de nuestros diferentes segmentos corporales en relación a un eje central) y orientación espacial. Ya no hay más ni los puede haber, pues ya no hay en nuestro sistema nervioso más sistemas anatómicos de organización sensitiva.
Estos conceptos están bien explicados en la entrada del 30 de mayo pasado, a la que propongo que vayan ahora, la lean, se adentren en ella y regresen aquí, lo que facilitará en mucho la comprensión de la de hoy: ¿Es el sentido del tiempo un décimo sentido?
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Ya regresados, he de decirles la razón de esta entrada. Hace unas semanas platicaba yo con una persona del mundo de la ciencia sobre este tema y me dijo: "Hay más sentidos todavía". Le pregunté cuáles y me contestó: El sentido del tiempo. Le pregunté por otro y no me contestó. Esta entrada trata de ese sentido del tiempo.
Para discutirlo voy a tomar la definición de Ignacio Morgado Bernal, de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Barcelona, que esta incluida en una entrada de un blog que mantiene y al que se llega a través de www.investigacionyciencia.es Después de ella, de todas las consideraciones que aparezcan asumo la responsabilidad absoluta de autoría.
12 de mayo de 2014
"El sentido subjetivo del tiempo hace que tengamos una noción del pasado, del presente y del futuro. Lo utilizamos para entender el curso y la duración de los acontecimientos, situarlos en su momento y generar expectativas sobre ellos. Nos sirve también para cosas como apreciar la velocidad de lo que se mueve, valorar el tamaño de un objeto cuando lo exploramos por el tacto, o ejercer la prosodia, el mensaje emocional que va en la entonación y el curso de las palabras habladas. Nuestra sensibilidad para percibir y responder al tiempo está implicada también en tareas mentales complejas, como atender a lo que pasa, pensar para solucionar problemas o tomar decisiones, planificar el futuro o incluso entender las mentes ajenas." (Morgado Bernal, 2014)
Esta descripción es de claridad meridiana, pero los argumentos aportados descartan un sentido más en el concepto sencillo de un sistema anatómico funcional, simple y primario, que lo único que finalmente cumple es recoger una información específica de nuestro medio ambiente y con muy pocos procesos de modificación y ninguno de interpretación, entrega a los centros del tálamo. Ahí termina la estructura anatómica y el sentido funcional de cada uno de esos nueve sentidos. El uso magistral que después hacemos de ellos es parte primaria, esencial e ineludible de la función suprema de los animales vertebrados y craneados, con médula espinal y encéfalo: la cognición, también reconocida como mente o pensamiento y que comprende gnosias, praxias, memoria, inteligencia, lenguaje simbólico, emotividad y estado de ánimo en el animal humano. En este blog hay varias entregas al respecto.
Como nota al margen, cabe señalar que el olfato es el único sentido que no entrega su información primaria al tálamo; lo hace directamente a la corteza cerebral, en un área muy ligada a áreas de la emotividad.
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Jan Cossiers --- Los cinco sentidos (1630 - 1640) |
El “sentido del tiempo”, como lo concibe Morgado Bernal, es una manifestación suprema de la cognición humana, mucho más allá de los cinco sentidos de Aristóteles y de los cuatro más, después añadidos. No es, pues, un décimo sentido.
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