Hace años que procuro
caminar a diario por las calles de mi colonia o las cercanas a mi hospital de
trabajo para mantenerme en buena forma física, evitando así el anquilosamiento a mis
buenos años de edad. Esta costumbre se ha reforzado en los últimos meses en que
hemos permanecido en reclusión por motivo de la pandemia de COVID-19. Siempre
salgo con teléfono en la bolsa, por lo que se ofrezca; lo que se ofrece con más
frecuencia es hacer fotografías de hermosas flores, auténticamente silvestres, que
se me atraviesan en las calles, banquetas y bardas que recorro. La colección
ya es grande y ahora quiero compartirla, por lo menos parcialmente y poco a poco. Me parece
una obligación con los amigos.
Trepando escaleras...
¡No es pared, es piso del arroyo de una calle!
¡¿Qué?!
Hembra y machos
Tratando de escapar
¡ Guauu!!!
Hasta la próxima.
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