El intermezzo 7 del 24 de diciembre pasado fue el primero que se llamó Las extrañas flores rojas de nuestro jardín. Hoy vuelven al blog porque mantienen su fascinación inexplicable sobre mí. Son un misterio, una belleza y un amor verdadero. Son de cultivo en el hogar, pero seguimos sin saber cómo y cuando llegaron a casa. Aunque los hemos buscado y preguntado, somos ignorantes de sus nombres, el popular y el científico. Se ha difundido un poco en la casa, pero no fuera de ella, aunque hemos dado semillas y piecitos para conseguirlo. Siguen siendo las extrañas flores rojas de nuestro jardín. Ahora vuelven a este foro con nuevas fotografías y sin más.
Las hojas cafés al trasluz, uniformes.
¡Que aristocracia!
Las flores son de un día, de unas horas. Abren plenamente con el sol y lucen en esplendor tres o cuatro horas con él. Cierran entonces para siempre. Las de mañana serán otras.
Lo verde del fondo son otras plantas
Mata trasladada a maceta en el mismo espacio. Igual o más bella.
El original en vivo apenas mide tres milímetros en su eje mayor.
La cámara es la de mi teléfono celular, de modelo ya viejito.
ADDENDUM Y CORRECCIÓN, jueves 4 de abril de 2021 a las 11 de la mañana.
Apenas la mañana de hoy, pero después de publicada esta entrada, encontré la fotografía inicial y perdida de esta serie de las extrañas flores rojas de nuestro jardín. Data de diciembre de 2016; la flor estaba en la banqueta de mi calle en un hueco destinado, seguramente, a un árbol de mejoramiento urbano. Es la hermosa roja flor y algunas hojas de su planta matriz, que son azules. De ahí la sacamos y trasplantamos a nuestro jardín y de ahí provienen todas las fotografías de estas dos entradas. En la primera fotografía de ella en la casa aparecen las hojas azules, lo que nunca ha vuelto a ser y creo que nunca más será.
Ahora quedo tranquilo conmigo mismo.
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