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Soy Rogelio Macías-Sánchez, de tantos años ya, que se me permite no decir cuántos. Soy mexicano y vivo en México país, médico cirujano de profesión, neurocirujano y neurólogo de especialidad. Ahora y por edad, soy neurólogo y neurocirujano en retiro. Soy maestro de mi especialidad en la Facultad de Medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y un entusiasta de la difusión de la ciencia a la comunidad. Pero eso no es toda mi vida. Soy un amante fervoroso de la música clásica, actividad que fomento desde mi infancia. La vivo intensamente y procuro compartirla. Soy diletante en vivo y mucho disfruto, de la música grabada, mejor cuando es en compañía de almas gemelas para esto. Finalmente, amo la vida y la disfruto. Parte de ello es comer bien y beber mejor, es decir, moderado pero excelente. De aquí mi afición a los vinos y las cavas. Los conozco, los disfruto y me entusiasma compartir lo que conozco y lo que me gusta. Esta página pretende abrir una comunicación sobre los vinos, la música clásica y la neurología para profanos. Si es socorrida, el mérito será de ustedes. Diciembre de 2022

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lunes, 5 de junio de 2023

ENVEJECIMIENTO: ¿ES EL SISTEMA NERVIOSO VERDUGO O VÍCTIMA?




Envejecimiento 
y  muerte


El envejecimiento es una característica de todos los seres vivos y quizá seamos los humanos los únicos que lo apreciamos; parece ser que el envejecimiento se inicia al momento de nacer y es en nosotros mismos donde mejor nos damos cuenta de ello. La piel adelgaza, el pelo blanquea y se vuelve ralo, nuestras extremidades enflacan por pérdida de masa muscular y en consecuencia, nuestros movimientos van siendo débiles. Se olvidan hechos recientes y nuestro pensamiento se lentifica. Se trastornan los ritmos digestivos y la sexualidad se abate; hay nicturia (orinar mucho por la noche) con orina muy clara y asoma la depresión. Como consuelo, cabe recordar que "queda más al rico cuando empobrece que al pobre cuando enriquece". Hay que tomar medidas tempranas para que nos toque ser de los primeros.

El cuerpo humano envejece como efecto secundario o colateral de estar vivo, es decir de tener un metabolismo que nos mantenga vivos. Esto está determinado genéticamente y hay estructuras, funciones y sustancias químicas destinadas a ello y un programa de acción. 

Las estructuras, funciones y sustancias químicas que proceden a envejecer a los seres vivos también se afectan por el proceso, también envejecen y finalmente mueren o desaparecen; son verdugos y víctimas de su función.

Desde un punto de vista biológico, el envejecimiento es el resultado de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, a un mayor riesgo de enfermedad y, en última instancia, a la muerte.

El hipotálamo, un pequeño núcleo del
cerebro, del tamaño de una uva mediana,
cumple con la homeostasis, el control
del equilibrio químico de nuestro medio
interno, a través de las glándulas 
de secreción interna.


Las funciones efectoras del genoma para el envejecimiento y la muerte son la relación y la homeostasis, generadas las dos en el sistema nervioso. La relación en la totalidad del sistema nervioso y se manifiesta a través de los músculos y las glándulas, exócrinas y endócrinas. La homeostasis se genera en el hipotálamo, que es un conjunto nuclear muy pequeño en el sistema nervioso y cuyas eferencias son las glándulas endócrinas.

El hipotálamo es el computador central de todo el sistema endócrino.




Ahora bien,  ¿cuál es el mecanismo por el que los sistemas nervioso y endócrino generan simultáneamente acciones tróficas y distróficas que llevan al desarrollo positivo y al envejecimiento y muerte de los animales? Lo ignoro.

Finalmente, el Santo Patrono del envejecimiento y la muerte es el Sistema Nervioso, lo que lo convierte en verdugo y víctima.



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