El puerto de Veracruz nos invitó a visitarlo por cuatro días, no más. Pero bueno, no estaba yo para negarme y acepté con gusto.
No nos alojaron en la Ciudad Puerto de Veracruz; lo hicieron pocos kilómetros al Sur, en el municipio de Boca del Río, gran ciudad moderna que alberga las mayores facilidades de turismo: alojamiento, gastronomía y entretenimiento. Nadie se puede quejar de que lo alberguen en esa, ya, grande y nueva ciudad.
A nuestra edad, ya no se mueve uno mucho del hotel, menos si se tiene calidad de alojamiento y vista infinita al mar; las tuvimos.
Es apenas la aurora; no hay sol, hay luna. Es el anuncio de un nuevo día |
Sol blanco y brillante que deslumbra ...
... y crea grandes sombras fantasmagóricas.
- ¡Hola, bon jour!
desde el cenit con luz blanca.
Al fondo, los grandes barcos cargueros
trasatlánticos haciendo cola para atracar
en el puerto, descargar y cargar sus mercancías.
De este lado, el moderno paisaje playero turístico, con pastito, palapas y palmeras. Mar de olas pequeñas. |
Si al Sur volteamos, nos topamos con el paisaje playero urbano moderno de Boca del Río, |
que incluye este soberbio edificio que da la impresión de estar cayéndose. ¡No lo está! |
En el Poniente, mirando a la tierra firme, el ocaso vespertino con la sombra hermosa del Citlaltepetl. |
Y nos llegó la noche, iluminada solo por el reflejo de la nube grande. |
Y bien..., este fue nuestro mirador. |
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